Como les expresé el sábado, en el apartado que tengo como Dietario aquí a la derecha, quiero comentar con ustedes lo que escribe Muñóz Molina, en El integrado, el apocalíptico. Dice: Cuando un escritor dice admirar mucho a un maestro lo que está haciendo es admirarse y vindicarse por su mediación a sí mismo; ¿no te has dado cuenta de que sólo admiran a los que creen parecerse? Si esto es cierto, García Ponce creía parecerse a Musil o a Mann y Sergio Pitol cree parecerse a Chéjov, por dar solamente dos ejemplos.
Continua Muñóz Molina: Estaría bien admirar a aquellos de cuyas virtudes carecemos. Leer los cuentos de Chéjov, los de Bernard Malamud, los de Rulfo, los de Alice Munro o Raymond Carver si tenemos una tendencia excesiva a las amplitudes de la prosa; incluso, para mayor disciplina, frecuentar la poesía más estricta. Creo, que un buen escritor siempre es un excelente lector y que no lee solamente los autores que admira, sino a todos los buenos escritores y, tal vez, a los que no son tanto y que hay que leer para conocerlos, precisamente para saber que no son buenos escritores. O sea, si García Ponce, para seguir con el mismo ejemplo, consideraba a Musil un maestro ¿por esto no admiraba a Juan Rulfo? o ¿entiendo mal las palabras de Muñóz Molina?
Más adelante comenta la polémica entrevista a Ruiz Zafón (de la que no voy a comentar nada, para comentarios sobre ella qué mejor que leer el post de Vicente Luis Mora) y la nota sobre Juan Goytisolo, y apunta sobre estos escritores:
Continua Muñóz Molina: Estaría bien admirar a aquellos de cuyas virtudes carecemos. Leer los cuentos de Chéjov, los de Bernard Malamud, los de Rulfo, los de Alice Munro o Raymond Carver si tenemos una tendencia excesiva a las amplitudes de la prosa; incluso, para mayor disciplina, frecuentar la poesía más estricta. Creo, que un buen escritor siempre es un excelente lector y que no lee solamente los autores que admira, sino a todos los buenos escritores y, tal vez, a los que no son tanto y que hay que leer para conocerlos, precisamente para saber que no son buenos escritores. O sea, si García Ponce, para seguir con el mismo ejemplo, consideraba a Musil un maestro ¿por esto no admiraba a Juan Rulfo? o ¿entiendo mal las palabras de Muñóz Molina?
Más adelante comenta la polémica entrevista a Ruiz Zafón (de la que no voy a comentar nada, para comentarios sobre ella qué mejor que leer el post de Vicente Luis Mora) y la nota sobre Juan Goytisolo, y apunta sobre estos escritores:
En los términos inventados por Umberto Eco, Goytisolo sería un apocalíptico, y Ruiz Zafón un integrado. Para el uno, la maestría y la popularidad son incompatibles; el éxito de una obra es su argumento definitivo contra ella. Al otro no le basta haber vendido más de cien millones de libros con sus historias claras, de párrafos bien medidos y personajes que se definen por sus palabras y sus actos: quiere que esa sea la vara de medir la literatura. En el caso de Zafón, la prueba irrefutable de su talento sería que lo lee todo el mundo; en el de Goytisolo, que no lo lee casi nadie.
Aunque al final dice: "Sólo dos cosas son ciertas para casi todos los que nos dedicamos a este oficio: nunca venderemos ni una ínfima parte de lo que vende Ruiz Zafón; nunca nos consagrarán tantas tesis doctorales, congresos, homenajes, como a Juan Goytisolo". Lo que quiero comentar sobre esto, es que no creo en las "pruebas irrefutables" que expresa: que un talento exista porque lo lee todo mundo y no existe cuando no lo lee casi nadie. Y no lo creo porque para que ello suceda, tanto en uno como en otro caso, son muchas las circunstancias que se conjuntan.
Personalmente, me quedo con Goytisolo.
ResponderBorrarComo dice Escalones, yo también me quedo con Goytisolo. Pero en cuanto al planteamiento que haces, Magda, coincido bastante con tu conclusión, siempre que hablemos de literatura-literatura y no de literatura-simpleespectáculo (y añado lo de "simple" con intencionalidad, porque puede haber literatura-espectáculo con elementos altamente aprovechables como vehículo expresivo).
ResponderBorrarEste es un tema muy viejo. Un tema que siempre se plantea más como una competencia profesional de los escritores que como lo que debiera ser: una delimitación de las características que articulan las diferentes formas de situarse ante la escritura y ante su difusión. De todas formas, el mundo contemporáneo está haciendo trizas casi todos los aprioris y las categorías. Y esta diatriba que traes, Magda, desde el artículo de Muñoz Molina que yo también leí el otro día, no está lejos de la que se viene esgrimiendo entre "lo intelectual" y la "cultura popular". Empieza a no tener sentido, por muchas razones que sería muy largo de contar. Hay que dejar que transcurra el tiempo y evolucionen los discursos para ver cuáles son las nuevas formas de discursos.
Un abrazo.
Hemos coincidido, Magda., pues yo he recomendado este artículo en mi Tríada Dominical. Yo también me quedo con Goytisolo, y con Muñoz Molina.
ResponderBorrarSaludos.
El lector suele leer dependiendo de su momento histórico vital.
ResponderBorrarA mí Zafón me parece un maestro de la trampa (en el mejor de los sentidos) y Goytisolo un maestro en llevar el ascua a su sardina (en el sentido mejor).
No obstante, he leido a ambos y en cada momento tuvieron su hueco aunque prefiero, con mucho, a otros autores contemporáneos. Por ejemplo al propio Muñoz Molina.
Te recomiendo, Magda, las últimas (o quizá penúltimas) entradas de dos excelentes blogs literarios, donde se exponen con sumo acierto diversas consideraciones en torno al fenómeno Ruiz Zafón. El primero de dichos blogs es el de Fernando Valls(http://nalocos.blogspot.com). El segundo, el de Daniel Gascón (http://danielgascon.blogia.com).
ResponderBorrarUn abrazo
La cuestión es que unos eligen escribir y ganarse el sustento con la venta de su trabajo y para otros,la pasta es un detalle sin importancia; para los primeros el comercio de su mucho o poco talento es lo importante, mientras que para los segundos, escribir es el fin, no el medio.
ResponderBorrarIda Lupita.
Alfredo, Luisa, también me quedo con Goytisolo.
ResponderBorrarEntre los escritores siempre hay esa competencia, y si no la hay, la crean los demás. Y tienes razón Luisa, no hay que olvidar esa oposición entre "lo intelectual" y la "cultura popular" que se viene manifestando y que no debiera de darse al ser tan diferentes.
Eso vi ayer Antonio, que "coincidimos".
ResponderBorrarComo comento al inicio de este texto, el sábado puse el artículo en Dietario, comentando que sería el tema próximo de una apostilla. Tu lo comentaste el domingo. Y ahora lo comentamos este lunes con mucho chipichipi por estos lares.
- Los textos que me comentas los lei, Javier. Ya ves que tengo aqui en casa a Fernando, quien citó el de Daniel y cuyo texto después pusieron en los comentarios de Vicente. Y si, también me gustaron, sin duda y por supuesto. Pero como lei primero, porque fue escrito antes, el de Vicente y la polémica que se creó fue muy interesante, por ello lo referencié.
ResponderBorrar- Totalmente de acuerdo, Marga.
Nada mal. Yo me quedo con aquello de que la literatura sea una propuesta literaria. Me gusta mucho ver construir sobre los límites. Me gusta mucho cuando se extiran las fronteras entre lo que es literario, y lo que parece serlo. Pero también está bien que la ´industria´ literaria publique títulos que se venden como pan caliente: parece que en este mundo sufrimos mucho, y por eso no lo cambiamos. Entonces es bueno que alguien nos traiga consuelo, así ni siquiera llegue a verlo. Se lo regalaria a alguien que me cayerá muy mal. Ahí te dejo esta perla, le diría, me caes muy mal. Creo que me perdí: no importa. Porque se trata de que sigo con tu conclusión, no hay pruebas irrefutables, y menos mal, aunque parece que Europa, con su premio a la literatura, parece que sí las tiene:
ResponderBorrarhttp://www.elboomeran.com/blog-post/5/4122/jean-francois-fogel/
literatura-europea/
Leí el artículo el Domingo, lo he incluido hoy en mis “Culturales” del blog y además en una nota aparte junto con otros artículos sobre “la crisis del libro”.
ResponderBorrarAl igual que muchos de vosotros, me quedo con Goytisolo, aunque reconozco haber leído “La Sombra del viento” de Zafón. (Una telenovela entretenida, a ratos, sin más…).
Hay un pasaje del libro Tokio Blues de Haruki Murakami que se me quedó grabado. Es una conversación entre el protagonista y su compañero de Universidad. No recuerdo textualmente, pero éste decía algo así como que “únicamente leía obras de escritores que hubiesen fallecido hace más de 50 años. Hay tanto que leer que ¿para que desperdiciar la vida leyendo libros de autores no consagrados con el paso del tiempo…?".
Gracias por los links. Saludos
Yo también prefiero a Goytisolo como propuesta literaria. En una época de mi vida me dejó sin aliento leer sus novelas. Me sorprendieron, me impactaron. Especialmente DUELO EN EL PARAISO, JUEGOS DE MANOS, SEÑAS DE IDENTIDAD, MAKBARA...De él les hablo yo a mis alumnos. Ellos me hablan de Ruiz Zafón. Y yo admito haber disfrutado también con LA SOMBRA DEL VIENTO. ¿Tal vez no debería admitirlo? No me gusta el espectáculo alrededor de cierta literatura, pero no por eso deja de serlo. Si lo es. Besos desde el canal. Ana
ResponderBorrarLeí en su momento el articulo de Fogel, Andrés (siempre leo los artículos de Fogel, desde que inició su blog). Me llamó la atención lo que escribe sobre ese premio de literatura europea que desean crear, y no olvido sus palabras finales: "Pero elegir una obra de ficción para decir aquí tenemos a Europa es negar lo obvio, lo que sabemos desde muchísimos siglos: Europa es un continente que se dedica a llenar los libros de Historia". Ún tema que sería interesante debatir.
ResponderBorrar- Eso vi, José, que lo incluiste en tu lista de noticias. ¿Sabes? te iba a comentar que puedes poner el código de Literatúrame (si gustas te lo envio por correo-e) y ahi te van aparaciendo todas las noticias literarias, van apareciendo siempre las más actuales y asi se van moviendo, actualizando. Yo lo lei desde el sábado, y me llamó la atención, por eso lo proyecté para comentarlo hoy.
ResponderBorrarYo no he leido nada de Ruiz Zafón.
- Tampoco me gusta cierto espectáculo alrededor de cierta literatura, querida Ana, y es inevitable de siempre. A veces creo que generan polémica más como negocio que como preocupación de un tema.
A mí me sigue gustando Muñoz Molina y Goytisolo.
ResponderBorrarCreo que las competencias profesionales son, en algunos casos, ajenas a los mismos escritores, creadas por los medios de comunicación, ni más ni menos que lo que ocurre en tantas otras actividades que realizamos.
Me han dicho en algunas ocasiones que desearían que una novela mía se convirtiera en un best seller. No sé si resultará pedante por mi parte, pero preferiría que no. Sigo creyendo que es mejor escribir bien. Si, además de eso, consigues ese éxito literario del que todo el mundo habla, mejor, claro.
Leo y mucho, aunque no todo lo que sería deseable porque no abarco.
Voy a pasarme por los enlaces que nombráis.
Un beso
No creo que sea una cuestión de elegir entre uno u otro. La literatura es algo para las ocasiones, como dijo alguien con más letras que yo, y no algo para toda la vida. Con ello se nos estaría indicando que habría un a obra e incluso un autor, para cada momento.
ResponderBorrarEn cuanto a la histórica disyuntiva entre la calidad y lo comercial, no creo que quepa polémica alguna. El equilibrio de ambas posturas -algo quimérico, por cierto- conseguiría una sociedad idílica. Y eso a mí me asusta un poco.
Un saludo.
Qué miedo me dan las reseñas que señalan con el dedo...
ResponderBorrarYo solo sería implacable con los escritores que no escriben sus propios libros.
Por lo demás, me gusta pensar que todo vale en literatura. Y que el criterio del lector es casi siempre acertado, incluso más de lo que se suele suponer.
Un saludo desde Barcelona, la ciudad de Ruiz Zafón y de los hermanos Goytisolo.
No acabo de entender la posición de Muñoz Molina, quizá porque no he leído el artículo (perdonad). Se pueden esgrimir un montón de argumentos para calificar la bondad de una obra literaria. Los de Harold Bloom, por ejemplo, tan denostados por algunos, tienen para mí aspectos muy interesantes. Aparte de las discusiones sobre el canon, y de tantos posibles juicios sobre literatura, me quedaría con el de la "Estética de la recepción" ¿Modifica esta obra mi horizonte de expectativas? (entendido éste como el horizonte creado por todas las obras conocidas hasta el momento de la aparición de la nueva). Evidentemente, las obras de Goytisolo lo hicieron. Para mí, Ruiz Zafón no sólo no modifica nada, sino que además es aburrido. Yo, por lo menos, no pude terminar el libro.
ResponderBorrarPor otra parte, creo que tenéis razón con lo de la falsa diatriba. El Quijote fue muy popular en su tiempo y además dio al traste con el canon narrativo de su época. Claro que estoy poniendo el listón muy alto.
Saludos a todos.
Una vez más, muy interesante discusión, Magda.
Yo también me quedo con Goytisolo aunque hay que aceptar que es mejor que la gente lea a Ruiz Zafón o cualquier escritor de bestsellers a que no lea.
ResponderBorrarUn abrazo
Alba
Ayer estuve en la presentación de Las rosas de piedra de Julio Llamazares en la feria del libro de Zgz. Tomando alguna nota sobre lo que se hablaba, y al hilo de tu entrada,transcribo lo que Ramón Acín decía en la presentación: "el lector degusta, aprende y reflexiona sobre lo que lee". No sé si lograré hacer todo lo que decía Ramón en las rosas de piedra(espero que sí), pero con la sombra de Zafón, fuera de ser una persona no afín a mi, no lo conseguí. Tal vez sólo debía entretenerme, y también está bien, pero en la literatura se espera y se desea más ¿no?
ResponderBorrarUn saludo.
- Elena, desafortunadamente eso pasa con la lectura, quisiera uno leer más de lo que el tiempo permite. Me sucede que a veces tengo empezado dos libros, y los dos me tienen atrapada. Pero bueno, hay que asumir que el dia solo tiene 24horas.
ResponderBorrar- Lo que me llamó la atención de este texto de MM, Raúl, es lo que dice al inicio y que poco hemos comentado:
Cuando un escritor dice admirar mucho a un maestro lo que está haciendo es admirarse y vindicarse por su mediación a sí mismo; ¿no te has dado cuenta de que sólo admiran a los que creen parecerse? Con lo que no estoy de acuerdo.
-Querida Frac, que bello estar en la hermosa Barcelona. Un abrazo.
ResponderBorrar- -Isabel, me encanta que hables de Teoría de la recepción, tan pertinente en este caso. De acuerdo en lo que expresas.
- Alba, muchas gracias por tu comentario.
- Mamen, que bien han estado los eventos en la Feria de Zaragoza, he leido las presentaciones de libros.
En lo personal, estas actitudes pomposas de escritores no me enseñan nada. Prefiero la sombría discreción de los clásicos en la que resplandece la luminosa presencia de sus palabras.
ResponderBorrarUn saludote.