Que experiencia tan deliciosa para los sentidos y el entendimiento ha sido leer Mil grullas, de Yasunari Kawabata. Qué hermosa novela. Cada palabra, cada imagen, cada escena, transportan a la belleza del arte de escibir con maestría. Japón y su cultura, en especial a esa ceremonia del té (cha-no-yu), se manifiesta como eje principal de la narración.
En la ciudad de Kamakura vive Chikako, una mujer que posee una fea y vellosa mancha en uno de sus senos provocándole profundos problemas, siendo el mayor tener que reprimirse sexualmente. Las consecuencias de ello son varias, y abarcándolas está su infinito enojo con la vida. El ya fallecido padre del protagonista, Kikuji, fue su amante, circunstancia que le permite manipular al joven e influir en él de forma nada positiva. Un día, Chikako, Kikuji, Ota (otra amante del padre de Kikuji) y su hija, Fumiko, asisten a una ceremonia del té, a partir de este momento suceden muchas cosas a través de diálogos, intrigas, retrospecciones, sensaciones, obsesiones, siendo el simbolismo de los objetos (como los tazones, adonde se bebe el pasado desde el aquí y el ahora) y la imagen de una joven con un pañuelo pintado con mil grullas que persigue todo el tiempo a Kikuji, muy significativos.
Mil grullas es una fascinante obra literaria. Lo insólito, lo terrible muchas veces de la belleza, la muerte, la soledad, la tensión, la búsqueda, los olores, las miradas, el rito, el amor y el erotismo, un erotismo de cuerpos gozosos, radiantes, el yin y el yang, el Matcha, ese té que que reúne vidas con su aroma...
Prólogo de la novela.
En la ciudad de Kamakura vive Chikako, una mujer que posee una fea y vellosa mancha en uno de sus senos provocándole profundos problemas, siendo el mayor tener que reprimirse sexualmente. Las consecuencias de ello son varias, y abarcándolas está su infinito enojo con la vida. El ya fallecido padre del protagonista, Kikuji, fue su amante, circunstancia que le permite manipular al joven e influir en él de forma nada positiva. Un día, Chikako, Kikuji, Ota (otra amante del padre de Kikuji) y su hija, Fumiko, asisten a una ceremonia del té, a partir de este momento suceden muchas cosas a través de diálogos, intrigas, retrospecciones, sensaciones, obsesiones, siendo el simbolismo de los objetos (como los tazones, adonde se bebe el pasado desde el aquí y el ahora) y la imagen de una joven con un pañuelo pintado con mil grullas que persigue todo el tiempo a Kikuji, muy significativos.
Mil grullas es una fascinante obra literaria. Lo insólito, lo terrible muchas veces de la belleza, la muerte, la soledad, la tensión, la búsqueda, los olores, las miradas, el rito, el amor y el erotismo, un erotismo de cuerpos gozosos, radiantes, el yin y el yang, el Matcha, ese té que que reúne vidas con su aroma...
Prólogo de la novela.
12 comments:
¡Qué curioso y qué bello! Este texto fue un referente para mí en mi adolescencia, en España se publicó como "Una grulla en la taza de té" y fue un mundo mágico y etéreo, el mundo de los sentidos oriental tan lejano en muchos aspectos del nuestro. Con él descubrí a Yasunari Kawabata, a pesar de estar semiescondido en la sombra proyectada por Yukio Mishima en occidente.
Otro breve y hermoso libro suyo que me atrapó fue "Lo bello y lo triste"
Un abrazo
Ángela
Excelsa
Me lo apuntaré, y la projima visita a España lo compro.
Besos
Otro libro que apunto para leer. Los dos anteriores los tengo encargados y con ganas. Fascinante también la explicación sobre la ceremonia del té en el enlace. Gracias.
Gracias, Magda. Leyendo tu blog renace esa abismal sensación de que siempre habrá algo nuevo, interesante y fresco que leer... Repito lo maravilloso que son tus cuadros. Saludos.
Saludos, Salomón, que bueno que te gustó.
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André, ahora sí la lista la tenemos grande, yo quisiera tener más ojos ;)
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¿Verdad que es preciosa la ceremonia del té, Ana? Me gustaría asistir a una, es todo un rito muy interesante. En la novela es sumamente significativa.
Ángela, muy cierto, hay dos ediciones, una con el título de "Mil grullas" y otro con "Una grulla en la taza de té". Leía que hasta las traducciones son diferentes.
A mi también me encantó Lo bello y lo triste, y La casa de las bellas durmientes es estupenda. Un gran escritor, indudablemente.
Un gran abrazo.
Gracias!!!
:D:D:D
¡Al contrario, Palimp, gracias a ti!
:))
No leí nada de esa autora y me han entrado unas ganas tremendas de hacerlo.
Gracias, Magda.
He leido a kawabata y a Mishima (su discípulo) y realmente se demuestra que la literatura oriental es de maravillosa y emotiva. Kawabata asume la vida como soledad constante, te hace sentir que los personajes y sus historias se desarrollan entre tinieblas y que la única forma de entender es a través de las “sensaciones” de las cosas y la soledad. Mishima en cambio es más concreto, los “sentidos” se expresan, pero en relación con los otros y el dolor (Muerte en el estío, Confesiones de una máscara)
La Tetralogía de Mishima es sublime.
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