23 de marzo de 2007

Panchito chapopote: Xavier Icaza

Xavier Icaza, Panchito Chapopote, Prólogo de John Brushwood, Col. Rescate, no. 17, (México: Universidad Veracruzana, 1986). Edición facsímil de la edición de 1928.

El Estridentismo * es un movimiento artístico que se inició a finales de 1921 en México, tras el lanzamiento del manifiesto ("hoja volante que a su vez es una declaración de principios, un golpe al Tradicionalismo, al Costumbrismo, al Modernismo") Actual no. 1 por el diplomático y escritor veracruzano Manuel Maples Arce, máximo representante -fundador- de este movimiento vanguardista:

Actual N° 1 se subtitulaba Hoja de vanguardia, comprimido estridentista de Manuel Maples Arce, y estaba acompañado por una foto del autor. Con este documento se demostró su carácter personalista en el movimiento, más allá del extenso Directorio de vanguardia que intentaba legitimar e internacionalizar al Estridentismo, compuesto por nombres tan estéticamente disímiles como Cansinos Assens, Jorge Luis Borges, Marinetti, Van Gogh, Picasso, Modigliani, Ortega y Gasset, León Felipe, Fermín y Silvestre Revueltas, Breton, Éluard, Duchamp, Kandinsky, Chagall y Alfonso Reyes, entre muchos otros. Esa utópica conjunción de varias figuras, a veces antagónicas, no dejó de ser una importante clave para entender el cometido y los derroteros del Estridentismo y de su entusiasta impulsor.

Desafortunadamente, los escritores y pintores de este movimiento (que acabó en 1927, fue efímero) han sido casi olvidados por las historias del arte y la literatura. Los más destacados estridentistas fueron, además de su fundador: Germán List Arzubide, Arqueles Vela, Leopoldo Méndez, Ramón Alva de la Canal, Germán Cueto, Jean Charlott y Fermín Revueltas.

Panchito Chapopote o relación de un extraordinario sucedido de la Heroica Veracruz, del escritor estridentista Xavier Icaza, es un texto espléndido. La historia es sencilla, transcurre en el bello Puerto de Veracruz y se inicia cuando Panchito Chapopote está con un grupo de amigos en los portales del Hotel Diligencias, ocupan tres mesas aquí precisamente. Están festejando a la salud de Panchito Chapopote, tomando cerveza, mint-julep y agua de coco, al fin y al cabo que invita Panchito Chapopote que ha tenido la fortuna, o ¿la desgracia?, de volverse muy rico inesperadamente cuando se descubre que sus tierras, aparentemente sin valor, son una fuente petrolera. Y como sucedió en estos casos (¿y sucede?), de inmediato hicieron su aparición un agente de una empresa norteamericana y otro británico, que compiten por la posesión del petróleo:

El gobierno de don Porfirio cuida al gringo. Teme que algo pase al viejecito que busca petróleo. Para él, era Tio Sam un bicho de cuidado. Aun no descubría México el secreto. Habían de pasar muchos años, correr mucha sangre, para que aprendiera a reírse de él.

Con la llegada de estos extranjeros busca petróleo, Tepetate, así se llama el pueblo adonde están las tierras de Panchito chapopote (el apodo de chapopote ya se sabe por qué lo tiene), se agita, y lo que le sucede a nuestro protagonista, a su amado Tepetate, a las relaciones con sus amigos, a su Estado tan querido, a su país... A lo lejos se escucha un pregón:

Yo buscaba un amor, mulata.
Te han de querer Panchito.
¿Lo crees, mulata?
No te pongas romántico
Tienes razón, mulata.
¿Una copa, Panchito?
Y otro beso, mulata.

El texto trae unas ilustraciones bellísimas.

* En la esquina de las calles Palma y Donceles, en un edificio hoy desaparecido, iniciaron los estridentistas su movimiento. Tuvieron en la colonia Roma un café, el Café de Nadie, como el título de un cuadro de Ramón Alva de la Canal. Poco después, este importante movimiento tuvo su sede en la capital del Estado de Veracruz, Xalapa.

Un cuadro (picar para ver en grande) titulado Bañistas, del pintor estridentista Fermín Revueltas, tomado del museo virtual Andrés Blaisten, patrocinado por la Fundación del mismo nombre y que muestra obras maestras del Arte Mexicano de los siglos XIX, XX y pintura colonial.

1 comments:

Anónimo dijo...

Hola, mi nombre es Eduardo y estoy peparando mi tésis de licenciatura presisamente sobre los estridentistas. Desde que supe de ellos, quedé fascinado con su historia, con estridentópolis, con sus manifiestos y con el mole de guajolote, pero no pasaban de ser un mero exotismo literario, pues de sus obras, nada. Despues pude leer la señorita etc. y me pareció fabuloso, ahora estoy leyendo Prisma de Maples Arce y el inicio, uffff, creo que es genial. Estas únicas dos lecturas de la obra estridentista me hacen pensar que la crítica no ha sido justa con estos hombres. Creo que sería bueno re editar las obras, que se conoscan para poder valorarlas de nuevo, a los hojos de otra generación y de escritores que ya no serían sus rivales. ESpero leer pronto a Panchito Chapopote, me muero de ganas, y más aun de tenerlo en mis mamnos. ¿crees que aún pueda conseguir uno? quisiera tener una gran biblioteca estridentista... pero bueno esos son sueñor raros.... Un saludo

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