30 de septiembre de 2008

Una mirada diferente

U

no va viviendo día a día en el trabajo, en la casa, con las cosas que hacemos y con las cosas que tenemos. Podemos olvidar disfrutar de nuestro jardín o de jugar unos minutos con nuestro perrito o de hablarle a esa amiga que hemos dejado a un lado o de decirle a nuestra pareja o hijos cuanto los queremos. Y obviamente no es porque no queramos detenernos a mirar o a decir, es porque vivimos muy rápido, las exigencias mismas de la vida. Pero casi nunca reflexionamos en que todo puede cambiar de un segundo a otro. Cuando ello sucede, es cuando todo cobra otra dimensión y deseamos más que nada en la vida el haber gozado de tantas cosas que perdimos por esa falta de detenernos a mirar y a hacer.

Acabo de ver una película sencilla, en la televisión, pero que me hizo pensar en que uno siempre ha creido que las estrellas están en el cielo para ser miradas y jamás al revés: que cada ser humano es una estrella con mucha luz que es mirada desde arriba. Esto puede leerse como una frase cursi, y tal vez sí, pero conforma el significado de Una mirada diferente, basada en la vida real de una mujer en Estados Unidos.

Esta mujer, Joan, de unos 35 años, tenía una familia: un esposo que era entrenador de futbol al que amaba y él a ella, y una hija de unos 14 años. Esta mujer daba clases en una escuela para ciegos, y un día le empieza a molestar la luz. A partir de este momento su vista se va borrando cada día más, hasta que se queda completamente ciega por una rara enfermedad. Poco tiempo después, al esposo le inician unas fuertes jaquecas. Esto sucede mientras ella se está adaptando, con dificultades, a no ver. Todo cambia en su vida de pronto, y en la de su esposo e hija. El esposo decide ir al médico y descubren que tiene cáncer. Pierde un ojo y llega el momento que muere. Los padres le piden se vaya a vivir con ellos y así lo hace. Joan y su hija se instalan en una casa que compran y dejan la ciudad en la que habían vivido siempre.

La adaptación, el qué va a hacer ella para sobrevivir, cómo podrá ayudar a su hija adolescente que la pasa mal en la escuela pues la ven con lástima al tener una madre ciega y un padre muerto. Lo importante de la película, es el significado de los discursos que ella empieza a dar en varios lugares. Su médico la invita, de inicio, a que dialogue con los pasantes que están haciendo su servicio en el hospital. Y así da comienzo el ir hablando sobre cómo la vida cambia de pronto sin quererlo ni pensarlo, y todo cobra un nuevo sentido que puede llegar a consumir al ser humano y a amargarse para siempre. Ante estas situaciones tan fuertes que se presentan por qué uno se pregunta: "¿y por qué me sucede esto a mí?", sin pensar "¿y por qué no me va a suceder esto a mí?". Lo esencial, dice la protagonista, es que ante los cambios de la vida uno se pregunte: "Bueno ¿y ahora qué?".

La película no es una obra maestra, pero hace detenerse y reflexionar que de un minuto a otro las cosas pueden ser diferentes en la vida, positiva o negativamente. Y lo mejor es vivir el aqui y el ahora lo mejor posible. Y a veces esto se pasa por alto.

Busqué la película y no hallé referencia, quería decirles los actores. Tal vez la traducción fue obra de la televisión y se llama de otra manera. Pero es una bonita película.

10 comments:

Anónimo dijo...

Si, si cierto lo que esta película propone. La hermana de mi cuñada compró un boleto para la rifa de una casa a fuerzas, en la escuela de su hijo, sabiendo que no se la iba a sacar. Y quien iba a decir que sí se la sacó, y de pronto, en un segundo su vida dio una vuelta muy grande porque de vivir en una casa pequeña, con pocas comunidades, se cambió con su esposo y sus dos hijos a una casa enorme y preciosa. De cuento.

Mientras la vida cambie para bien, que bueno. Y cuando no sea así, intentar preguntarse lo que dice la protagonista.

María dijo...

Ah, mi Magda.

Con estos apuntes me sacudes. Todo el tiempo estamos agobiados por el pasado, preocupados por el futuro y ese es nuestro presente...

Ahora, te mando muchos besos que, seguramente para cuando los recibas formarán parte de tu presente y parte de mi pasado.

María

Magda Díaz Morales dijo...

* La vida nos lleva por muchos caminos, Fernanda. Los muy difíciles a nadie le agradan y quiera uno o no, se presentan. Pero como alguien señaló: "¿Quien dijo que la vida es facil?".

Pero al mismo tiempo es maravillosa, muy hermosa.

* Si, María, asi es. O estamos en el ayer o en el mañana, y el hoy, que es lo único que realmente tenemos, pasa rápido y muchas veces desapercibido.

La película se refiere a cuando la vida cambia totalmente hasta ser otra vida que en nada se le parece a la que se tenía.

39escalones dijo...

¿Seguro que era una película? ¿No sería un telefilm? Si pertenece al mal llamado "cine para televisión", seguramente tendrás complicado encontrar referencias.
Por lo demás, excelente reflexión.
Un abrazo

Isabel Mercadé dijo...

Con tanta frecuencia la vida decide por su cuenta y no queda otra que seguirla, a veces "a ciegas".
Un abrazo.

Anónimo dijo...

No he visto la película, pero la reflexión que propones a raíz de ella me la he planteado en numerosas ocasiones, normalmente acompañada con alguna "desgracia" cercana. Es entonces cuando te das cuenta de las pequeñas cosas que son importantes. Estamos tan agobiados y ocupados en vivir que no sabemos disfrutar de esta vida. Y cuando queramos darnos cuenta quizás sea demasiado tarde... Algún día...

Un abrazo.

Magda Díaz Morales dijo...

* Alfredo, tienes razón, debió de ser un telefilm, la vi en Hallmark Channel. Por ello las referencias no las encontré, pero valió la pena precisamente por lo que señalas, es una buena reflexión la que muestra. En este canal pasan buenas películas, aunque veo poca televisión. También un abrazo.

* Y vaya que sí, Isabel. La vida es sorprendente, y lo hermoso es vivirla de la mejor manera posible. Un abrazo para ti.

* Ese "demasiado tarde" es el que debemos de intentar no permitir, A. Y es muy cierto, cuando se vive una desgracia cerca, vienen muchos replantamientos. No se si esto sea madurar, pero si es ello, cuesta trabajo. Un abrazo.

Raúl dijo...

Pues sí, un talante positivo ante la desgracia, un querer progresar frente al estancamiento que pueda suponer un incidente de la entidad del que contaba la película, es la mejor de las terapias, sin duda alguna.

Magda Díaz Morales dijo...

En esta película, Raúl, ella de pronto, de un minuto a otro, empieza a quedarse ciega, hasta que totalmente deja de ver. Al poco tiempo su esposo muere de cáncer. Un esposo que era sumamente sano, entrenador de futbol americano. La protagonista no sabe qué hacer, se siente perdida en el mundo: no ve y es viuda, todo en cuestión de poco tiempo.

Estos cambios deben de ser durísimos si se dieran, tal vez si se den, y peores seguramente, ponen al ser humano ante lo que Kierkegaard llama "quitar el tapete que te sostiene, y quedar sin ningun sostén". Debe de ser sumamente dificil y duro, enfrentar al mundo bajo estas circunstancias.

La protagonista lo enfrenta y lo hace muy bien. Tiene la ayuda de sus padres y su hermana, también de su hija. Y encuentra, después, otra pareja.

Es película, pero basada en la vida real.

Anónimo dijo...

Es lo que yo llamo vivir en territorio enemigo: estamos expuestos a miles de azares, algunos positivos y muchos de ellos negativos, en cualquier momento y lugar. Es bueno saber que puede suceder, aunque la amargura de que llegue es inevitable, y tiene que ser dificilísimo seguir adelante.

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