22 de febrero de 2013

Epístola moral a un calvo, Enrique Serna

EPÍSTOLA MORAL A UN CALVO
Enrique Serna

Deja las hebras de oro ensortijado
rodar en espirales por el suelo
y peina el viento sin rencor o enfado,
que si la vida te ha tomado el pelo
y el rastrillo del tiempo te cercena,
clemencia en vano pedirás al Cielo.
Ya brilla por su ausencia tu melena.
¿Remediarás untándote lociones
la capilar derrota que te apena?
Ejemplos de que nunca las fricciones
remedian la calvicie prematura
por cientos hallarás en los pelones.
No pierdas con el pelo la cordura,
que arrancarte de rabia los cabellos
es, teniendo tan pocos, cruel tortura.
Cuida los que te quedan, pues sin ellos,
tu cabeza, que alguna vez fue selva,
dura se tornará nalga sin vellos.
Mas si necio te obstinas en que vuelva
tu cráneo a florecer con luz dorada,
cómprate un peluquín que te lo envuelva
y con él vete calvo a la chingada.