Esta entrada es la primera con la que inicio este blog. No soy muy diestra en cuestiones tecnológicas, pero me entusiasma imaginar que habrá receptores con los que comparta experiencias literarias.
La luz de Willian Faulkner
Javier Memba
El mundolibros
La "luz de agosto" a la que nos remite William Faulkner en una de sus más célebres novelas es sombría. En cualquier caso, ateniéndonos al título, la lectura se antoja escrita para estos días. Si cabe, la hora ideal para descubrir esta ficción -una de las fundamentales del pasado siglo- es la de la siesta. Sus páginas nos transportan a lo más profundo de ese mítico sur estadounidense, tantas veces retratado en el sopor de sus plantaciones. Que no se engañe nadie, aunque puedan servir de paradigma de algunas técnicas narrativas del pasado siglo, éstas que hoy proponemos son unas páginas tremendamente violentas. Con el secular racismo sudista como telón de fondo, aluden al gran tabú de la segregación: la relación sexual entre blancos y negros. Faulkner introduce a su lector en ‘Luz de agosto’ por un personaje secundario: Lena Grove. Es ésta una joven del aserradero de Doane (Alabama), cuya fascinación ante todo el camino que puede recorrer un ser humano -ante el viaje en definitiva- también es un buen motivo para leer la novela en estos días en que todos viajamos tanto. Un mes después de salir de su pueblo, a punto de dar a luz, Lena llega a Jefferson (Mississippi) en busca del hombre que la ha dejado embarazada con la promesa de casarse con ella. Según le han dicho en el camino, el tipo en cuestión, Brown -a quien ella conoce por Lucas Burch-, trabaja en un aserradero de la localidad.
Tiempo atrás llegó a ese mismo aserradero Joe Christmas, un tipo huraño que encontrará acomodo en una “cabaña de negro” cercana a la propiedad de la señorita Burden. Cuando, más tarde, Brown llegue a este mismo lugar, no tardará en congeniar con Christmas, pese a la misantropía de éste. Esta ordenación posterior en el relato de cuestiones que cronológicamente han ocurrido con anterioridad a las ya referidas será una técnica constante en esta gran novela. La supuesta amistad entre Christmas y Brown -que también se instala en la "cabaña de negro"- no es sino una asociación para la venta ilegal de whisky, pese a que Brown es un auténtico cretino, cuya falta de discreción está a punto de estropear el negocio y obliga a Christmas a pegarle en alguna que otra ocasión. Sin embargo, todo marcha relativamente bien hasta que la casa de la señorita Burden se incendia y la mujer aparece asesinada. Detenido como sospechoso, Brown acusa del crimen a Christmas, quien además de ser un negro blanco -según confesión propia- estaba amancebado con la víctima. Aunque la señorita Burden siempre fue una mujer despreciada por los blancos del lugar -que incluso asesinaron a alguno de sus parientes, ya que su familia, recién terminada la Guerra de Secesión, arribó a Jefferson para ayudar a progresar los negros-, todos esos prejuicios de antaño se olvidan para dar caza a Joe. Llegado a este punto de la narración, Faulkner comienza a describirnos la infancia de un niño hospiciano que, guiado por la fascinación que le causa la pasta de dientes de la encargada del refectorio, se esconde en el armario de la mujer para saborearla. En cierta ocasión, que ella está copulando con uno, le descubre. Asustada, temiendo que el niño pueda irse de la lengua, la del refectorio intenta sobornarle. Sin embargo, el pequeño, que no sabe lo que ha visto, espera un castigo. Castigo que no tardará en llegarle a instancias de la mujer, quien mueve los hilos necesarios para que Christmas -el chico no es otro que nuestro protagonista, como empezamos a suponer al leer cómo ella le llama “bastardo negro”- sea expulsado de la institución. Este meternos en una acción, sin decirnos hasta el final a quien acontece, será otra técnica recurrente en la novela, lo que da a la narración un encomiable aire de misterio.
Dado en adopción a un puritano llamado McEachern y a su esposa, el tiempo que Christmas pasará en la granja de éste nos es contado en una de las elipsis más bellas y perfectas que hayan escrito. Mediante los azotes a los que es sometido el muchacho por su padre adoptivo, asistimos al crecimiento de nuestro hombre. Finalmente, siendo ya un joven, durante una visita a la ciudad, Joe se prendará de la camarera que atiende un bar en el que entra a tomarse una tarta. Enamorado de la mujer, que a la sazón ronda los treinta años, el muchacho entablará una relación en la que descubrirá la sexualidad y confesará a su amiga que por sus venas corre sangre negra. Dispuesto a escapar con la camarera, el joven robará los ahorros de su madre y matará a su padre. Para su sorpresa, cuando va a reunirse con le inspira, ésta le rechaza como a un negro y los dueños del bar donde trabaja la mujer, le dan una paliza. Con el paso del tiempo, Joe Christmas se amancebará con varias mujeres blancas y negras hasta llegar a la casa de la señorita Burden. Después de haberse sincerado con él y de haberle contado todo lo referente al odio secular que el resto de los blancos la profesan, cuandol miss Burden empieza a instar a Christmas para que tengan un hijo, quizá guiado por ese sentimiento adverso contra las mujeres, que se ha ido formando en el subconsciente de nuestro hombre desde que la encargada del refectorio le insultara por primera vez, Joe mata a la señorita.
Mientras se busca al negro fugitivo, Faulkner nos devuelve a los otros dos personajes de este espléndido drama, que ya nos ha mostrado en sus primeros capítulos: el reverendo Hightower, despreciado por sus fieles -que incluso llegaron a apalearle anónimamente- ya que su mujer tuvo un amante en Memphis, enloqueció y protagonizó un escándalo que hizo que el pastor saliera en los periódicos, y Byron Bunch, un compañero de Brown y Christmas en el aserradero, que enamorado de Lena desde que la vio, la ha hospedado en la misma pensión en que se aloja él. Byron, de visita en casa de Hightower, refiere a éste los pormenores de todo lo que está sucediendo en la ciudad. Asimismo, será Byron quien diga al sheriff que Brown -a quien el aguacil tiene aún detenido- es el padre del hijo que espera Lena. Cuando un policía le lleva a verla, Brown, con tal de no casarse con ella, incluso renunciará a los mil dólares de recompensa ofrecidos por un familiar de la señorita Burden a quien denuncie a su asesino y abandonará el pueblo. Byron se decidirá a declarar su amor a Lena, pero será rechazado. En su huida, Christmas recala en Mottstown, donde será atrapado. Apenas comienza a correr la voz de su apresamiento, un viejo “sucio” que responde al nombre de Tío Doc, empieza a soliviantar a la gente para que linchen al preso. Una vez nos adentra el autor en el pasado de este nuevo personaje, sabemos que antaño tuvo una hija, quien de resultas de una aventura vivida con un negro blanco perteneciente a un circo ambulante que pasó cerca de su casa, alumbró a Christmas. Muerta en el parto la muchacha, sus padres dejaron al pequeño Joe en el orfelinato del que ya tenemos noticia, como ello ocurrió el día de Navidad, se explica así el por qué de tan singular nombre, que causara los recelos de sus compañeros cuando su portador empezó a trabajar en el aserradero de Jefferson.
Por último, después de darnos noticia del linchamiento de Joe, Faulkner nos retrotrae a la forma en que se perpetró y, por ese magnifico procedimiento suyo, a la historia de quien lo dirigió. Grimm, el tipo en cuestión, cabecilla de la Legión Americana en el lugar, considera que “la norteamericana es la superior de todas las razas blancas”. Tras formar una pequeña tropa se pone al servicio del sheriff para -según yo creo entender- evitar el linchamiento de Christmas. No obstante, cuando el preso escapa, Grimm lo persigue en bicicleta con “una ciega y serena fe en la justicia y en la infalibilidad de sus actos”. Acorralado en casa de Hightower, Christmas es abatido a balazos. Aún vive cuando Grimm le castra “para que deje a las mujeres blancas en paz, incluso en el infierno”, acción esta última que el autor nos refiere en una nueva muestra de genialidad, mediante un procedimiento casi cinematográfico leemos que Grimm blande un cuchillo de carnicero ensangrentado y que uno de sus acólitos se aleja de la escena vomitando. El antepenúltimo capítulo está dedicado al pasado de Hightower, agobiado por el fantasma de un ancestro que murió entrando al galope en Jefferson, al mando de una tropa confederada, lo que el reverendo recuerda propiciado por esa especial luz de agosto que da título a la novela. El punto final a esta bella historia es un capitulo, narrado por un comprador de muebles de segunda mano, en el que se nos cuenta cómo durante un viaje profesional ha llevado en su camión a Byron, Lena y el bebé de ésta. Siempre mediante ese procedimiento de insinuar, que no contar, sabemos como Byron intentó inútilmente manosearla y, tras ser rechazado, la abandonó para volver a reencontrarse con ellos en un recodo de la carretera. Ello tuvo lugar cuando ya estaban a punto de entrar en Tennessee, lo que hizo que Lena mostrara la misma fascinación ante el espacio recorrido en dos meses que muestra al principio del relato. En opinión del vendedor, el hechizo que ejerce en ella “el camino que se puede recorrer” se debe a que Lena sabe que, el día en que se establezca en algún lugar, se quedará allí para siempre.
"Luz de agosto" es para muchos la mejor novela de Faulkner. En cuanto a sus técnicas narrativas, en las que también reside la grandeza de esta obra, pueden resumirse en dos. Por un lado, ese ir contándonos las cosas al revés. Empezar por un niño que se esconde en un armario porque le gusta la pasta de dientes. En su escondite, el pequeño asistirá a la cópula de una mujer. Cuando ésta le descubre, sabemos que es la encargada del refectorio del orfelinato que da cobijo al joven, al que acabara expulsando del hospicio. Pero, sólo después de bien avanzado el episodio, sabremos que su protagonista es Christmas. Por el otro lado, hay que aplaudir la alteración cronológica -“cronología fragmentada” en palabras de la crítica-. Dicha técnica, que en El sonido y la furia es mucho más compleja, aquí tiene un claro ejemplo en las páginas dedicadas al linchamiento: primero se nos dice que Christmas ha sido linchado y más tarde, incluso después de la historia del verdugo, se nos refieren los pormenores del linchamiento.
La luz de Willian Faulkner
Javier Memba
El mundolibros
La "luz de agosto" a la que nos remite William Faulkner en una de sus más célebres novelas es sombría. En cualquier caso, ateniéndonos al título, la lectura se antoja escrita para estos días. Si cabe, la hora ideal para descubrir esta ficción -una de las fundamentales del pasado siglo- es la de la siesta. Sus páginas nos transportan a lo más profundo de ese mítico sur estadounidense, tantas veces retratado en el sopor de sus plantaciones. Que no se engañe nadie, aunque puedan servir de paradigma de algunas técnicas narrativas del pasado siglo, éstas que hoy proponemos son unas páginas tremendamente violentas. Con el secular racismo sudista como telón de fondo, aluden al gran tabú de la segregación: la relación sexual entre blancos y negros. Faulkner introduce a su lector en ‘Luz de agosto’ por un personaje secundario: Lena Grove. Es ésta una joven del aserradero de Doane (Alabama), cuya fascinación ante todo el camino que puede recorrer un ser humano -ante el viaje en definitiva- también es un buen motivo para leer la novela en estos días en que todos viajamos tanto. Un mes después de salir de su pueblo, a punto de dar a luz, Lena llega a Jefferson (Mississippi) en busca del hombre que la ha dejado embarazada con la promesa de casarse con ella. Según le han dicho en el camino, el tipo en cuestión, Brown -a quien ella conoce por Lucas Burch-, trabaja en un aserradero de la localidad.
Tiempo atrás llegó a ese mismo aserradero Joe Christmas, un tipo huraño que encontrará acomodo en una “cabaña de negro” cercana a la propiedad de la señorita Burden. Cuando, más tarde, Brown llegue a este mismo lugar, no tardará en congeniar con Christmas, pese a la misantropía de éste. Esta ordenación posterior en el relato de cuestiones que cronológicamente han ocurrido con anterioridad a las ya referidas será una técnica constante en esta gran novela. La supuesta amistad entre Christmas y Brown -que también se instala en la "cabaña de negro"- no es sino una asociación para la venta ilegal de whisky, pese a que Brown es un auténtico cretino, cuya falta de discreción está a punto de estropear el negocio y obliga a Christmas a pegarle en alguna que otra ocasión. Sin embargo, todo marcha relativamente bien hasta que la casa de la señorita Burden se incendia y la mujer aparece asesinada. Detenido como sospechoso, Brown acusa del crimen a Christmas, quien además de ser un negro blanco -según confesión propia- estaba amancebado con la víctima. Aunque la señorita Burden siempre fue una mujer despreciada por los blancos del lugar -que incluso asesinaron a alguno de sus parientes, ya que su familia, recién terminada la Guerra de Secesión, arribó a Jefferson para ayudar a progresar los negros-, todos esos prejuicios de antaño se olvidan para dar caza a Joe. Llegado a este punto de la narración, Faulkner comienza a describirnos la infancia de un niño hospiciano que, guiado por la fascinación que le causa la pasta de dientes de la encargada del refectorio, se esconde en el armario de la mujer para saborearla. En cierta ocasión, que ella está copulando con uno, le descubre. Asustada, temiendo que el niño pueda irse de la lengua, la del refectorio intenta sobornarle. Sin embargo, el pequeño, que no sabe lo que ha visto, espera un castigo. Castigo que no tardará en llegarle a instancias de la mujer, quien mueve los hilos necesarios para que Christmas -el chico no es otro que nuestro protagonista, como empezamos a suponer al leer cómo ella le llama “bastardo negro”- sea expulsado de la institución. Este meternos en una acción, sin decirnos hasta el final a quien acontece, será otra técnica recurrente en la novela, lo que da a la narración un encomiable aire de misterio.
Dado en adopción a un puritano llamado McEachern y a su esposa, el tiempo que Christmas pasará en la granja de éste nos es contado en una de las elipsis más bellas y perfectas que hayan escrito. Mediante los azotes a los que es sometido el muchacho por su padre adoptivo, asistimos al crecimiento de nuestro hombre. Finalmente, siendo ya un joven, durante una visita a la ciudad, Joe se prendará de la camarera que atiende un bar en el que entra a tomarse una tarta. Enamorado de la mujer, que a la sazón ronda los treinta años, el muchacho entablará una relación en la que descubrirá la sexualidad y confesará a su amiga que por sus venas corre sangre negra. Dispuesto a escapar con la camarera, el joven robará los ahorros de su madre y matará a su padre. Para su sorpresa, cuando va a reunirse con le inspira, ésta le rechaza como a un negro y los dueños del bar donde trabaja la mujer, le dan una paliza. Con el paso del tiempo, Joe Christmas se amancebará con varias mujeres blancas y negras hasta llegar a la casa de la señorita Burden. Después de haberse sincerado con él y de haberle contado todo lo referente al odio secular que el resto de los blancos la profesan, cuandol miss Burden empieza a instar a Christmas para que tengan un hijo, quizá guiado por ese sentimiento adverso contra las mujeres, que se ha ido formando en el subconsciente de nuestro hombre desde que la encargada del refectorio le insultara por primera vez, Joe mata a la señorita.
Mientras se busca al negro fugitivo, Faulkner nos devuelve a los otros dos personajes de este espléndido drama, que ya nos ha mostrado en sus primeros capítulos: el reverendo Hightower, despreciado por sus fieles -que incluso llegaron a apalearle anónimamente- ya que su mujer tuvo un amante en Memphis, enloqueció y protagonizó un escándalo que hizo que el pastor saliera en los periódicos, y Byron Bunch, un compañero de Brown y Christmas en el aserradero, que enamorado de Lena desde que la vio, la ha hospedado en la misma pensión en que se aloja él. Byron, de visita en casa de Hightower, refiere a éste los pormenores de todo lo que está sucediendo en la ciudad. Asimismo, será Byron quien diga al sheriff que Brown -a quien el aguacil tiene aún detenido- es el padre del hijo que espera Lena. Cuando un policía le lleva a verla, Brown, con tal de no casarse con ella, incluso renunciará a los mil dólares de recompensa ofrecidos por un familiar de la señorita Burden a quien denuncie a su asesino y abandonará el pueblo. Byron se decidirá a declarar su amor a Lena, pero será rechazado. En su huida, Christmas recala en Mottstown, donde será atrapado. Apenas comienza a correr la voz de su apresamiento, un viejo “sucio” que responde al nombre de Tío Doc, empieza a soliviantar a la gente para que linchen al preso. Una vez nos adentra el autor en el pasado de este nuevo personaje, sabemos que antaño tuvo una hija, quien de resultas de una aventura vivida con un negro blanco perteneciente a un circo ambulante que pasó cerca de su casa, alumbró a Christmas. Muerta en el parto la muchacha, sus padres dejaron al pequeño Joe en el orfelinato del que ya tenemos noticia, como ello ocurrió el día de Navidad, se explica así el por qué de tan singular nombre, que causara los recelos de sus compañeros cuando su portador empezó a trabajar en el aserradero de Jefferson.
Por último, después de darnos noticia del linchamiento de Joe, Faulkner nos retrotrae a la forma en que se perpetró y, por ese magnifico procedimiento suyo, a la historia de quien lo dirigió. Grimm, el tipo en cuestión, cabecilla de la Legión Americana en el lugar, considera que “la norteamericana es la superior de todas las razas blancas”. Tras formar una pequeña tropa se pone al servicio del sheriff para -según yo creo entender- evitar el linchamiento de Christmas. No obstante, cuando el preso escapa, Grimm lo persigue en bicicleta con “una ciega y serena fe en la justicia y en la infalibilidad de sus actos”. Acorralado en casa de Hightower, Christmas es abatido a balazos. Aún vive cuando Grimm le castra “para que deje a las mujeres blancas en paz, incluso en el infierno”, acción esta última que el autor nos refiere en una nueva muestra de genialidad, mediante un procedimiento casi cinematográfico leemos que Grimm blande un cuchillo de carnicero ensangrentado y que uno de sus acólitos se aleja de la escena vomitando. El antepenúltimo capítulo está dedicado al pasado de Hightower, agobiado por el fantasma de un ancestro que murió entrando al galope en Jefferson, al mando de una tropa confederada, lo que el reverendo recuerda propiciado por esa especial luz de agosto que da título a la novela. El punto final a esta bella historia es un capitulo, narrado por un comprador de muebles de segunda mano, en el que se nos cuenta cómo durante un viaje profesional ha llevado en su camión a Byron, Lena y el bebé de ésta. Siempre mediante ese procedimiento de insinuar, que no contar, sabemos como Byron intentó inútilmente manosearla y, tras ser rechazado, la abandonó para volver a reencontrarse con ellos en un recodo de la carretera. Ello tuvo lugar cuando ya estaban a punto de entrar en Tennessee, lo que hizo que Lena mostrara la misma fascinación ante el espacio recorrido en dos meses que muestra al principio del relato. En opinión del vendedor, el hechizo que ejerce en ella “el camino que se puede recorrer” se debe a que Lena sabe que, el día en que se establezca en algún lugar, se quedará allí para siempre.
"Luz de agosto" es para muchos la mejor novela de Faulkner. En cuanto a sus técnicas narrativas, en las que también reside la grandeza de esta obra, pueden resumirse en dos. Por un lado, ese ir contándonos las cosas al revés. Empezar por un niño que se esconde en un armario porque le gusta la pasta de dientes. En su escondite, el pequeño asistirá a la cópula de una mujer. Cuando ésta le descubre, sabemos que es la encargada del refectorio del orfelinato que da cobijo al joven, al que acabara expulsando del hospicio. Pero, sólo después de bien avanzado el episodio, sabremos que su protagonista es Christmas. Por el otro lado, hay que aplaudir la alteración cronológica -“cronología fragmentada” en palabras de la crítica-. Dicha técnica, que en El sonido y la furia es mucho más compleja, aquí tiene un claro ejemplo en las páginas dedicadas al linchamiento: primero se nos dice que Christmas ha sido linchado y más tarde, incluso después de la historia del verdugo, se nos refieren los pormenores del linchamiento.
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