De regalo de navidad me compré algunos libros, entre ellos El sótano de Thomas Bernhard que ahora estoy leyendo, pero me puse a hojear otro de los libros que adquirí, El mentiroso de Henry James, y no pude dejarlo hasta que lo terminé. Su portada, además, es preciosa, es un cuadro de Severin Kroyer.
El tema de "el doble" está presente, una vez más, en esta novela corta de James, un tema que se presenta a través de la pintura como estrategia narrativa muy interesante. Un pintor se encuentra en una fiesta a una mujer a la que amó en el pasado y que nunca ha podido olvidar, Everina Brant, una mujer casada con un hombre mitómano, el coronel Capadose, un hombre que miente con facilidad pero sus mentiras son inocentes, no dañan a nadie. El artista, Oliver Lyon, decide pintar un cuadro, el retrato del coronel, pero su objetivo, un tanto perverso, es que esta mitomanía se refleje en la imagen que va a crear porque cree que así Everina se dará cuenta de quien es verdaderamente su esposo y él podrá tener una nueva oportunidad en su corazón.
Todo va confluyendo en un triángulo adonde identidad y alteridad son sombra y desamparo y entre todo esto la envidia y el amor, la primera para conseguir y destruir sin pensar en nada más, el segundo como punto de cruce en el conocimiento del otro, como en la vida misma...
El tema de "el doble" está presente, una vez más, en esta novela corta de James, un tema que se presenta a través de la pintura como estrategia narrativa muy interesante. Un pintor se encuentra en una fiesta a una mujer a la que amó en el pasado y que nunca ha podido olvidar, Everina Brant, una mujer casada con un hombre mitómano, el coronel Capadose, un hombre que miente con facilidad pero sus mentiras son inocentes, no dañan a nadie. El artista, Oliver Lyon, decide pintar un cuadro, el retrato del coronel, pero su objetivo, un tanto perverso, es que esta mitomanía se refleje en la imagen que va a crear porque cree que así Everina se dará cuenta de quien es verdaderamente su esposo y él podrá tener una nueva oportunidad en su corazón.
Todo va confluyendo en un triángulo adonde identidad y alteridad son sombra y desamparo y entre todo esto la envidia y el amor, la primera para conseguir y destruir sin pensar en nada más, el segundo como punto de cruce en el conocimiento del otro, como en la vida misma...