9 de febrero de 2007

Sobre César Aira

“El mejor Cortázar es un mal Borges” (César Aira)

César Aira me parece un escritor polémico, hay a quien le gusta su obra y hay a quien no, con ello me refiero no a lo que sucede con muchos escritores (que a unos nos agradan y a otros no), sino a que no es una obra que sea mayoritariamente admirada. Y de la misma manera sucede con lo que dice, como por ejemplo lo que comentó referente a Sábato: “Tiene aristas muy risibles” y “es un señor perfectamente racional que juega al maldito”. El artículo siguiente puede ayudarnos a comprender más su personalidad y escritura.

César Aira es un escritor raro, dice Diego Gándara, casi en construcción permanente: su producción se resume a tres hojas por semana y no relee sus novelas una vez publicadas. Para muchos, es el escritor argentino vivo más interesante. Mondadori publica «Las curas milagrosas del doctor Aira», que reúne tres novelas suyas recientes.

La amas o la dejas. La obra del escritor César Aira (Coronel Pringles, Argentina, 1949), una obra prolífica, compuesta por más de treinta libros entre novelas, ensayos y unos pocos cuentos, divide aguas entre la crítica de su país pero recibe la bendición de la academia, que ve en él a un escritor original, excéntrico, capaz de explorar parcelas de la realidad con ideas novedosas y con una falta total de proyecto literario: sus libros, en Argentina, se publican en editoriales pequeñas, y el autor, en Buenos Aires, no suele hacer lo que se llama «vida literaria».
Aunque nació en la ciudad de Coronel Pringles -un pueblo ubicado a más de 500 kilómetros de la capital- desde hace unos cuantos años vive en el barrio de Flores -un lugar cuyas calles fueron fatigadas por Roberto Arlt- y se refugia en los bares de la zona, donde pergeña las historias -a veces desopilantes, siempre inteligentes, repletas de ideas- de sus novelas y se entrega, con pasión, a su vicio más preciado: la lectura.

La decisión de ser escritor. «Siempre estoy hablando de la realidad, y creo que es porque he hecho un mito de la realidad, como ese lugar donde está la verdadera vida a la que nunca llegamos los tímidos o neuróticos. Ya la mera decisión de hacerse escritor indica que uno tiene una relación no inmediata con la realidad. Salvo que uno escriba “best-sellers” y se haga rico, lo que lamentablemente no es mi caso», dice Aira desde Buenos Aires vía e-mail mientras que aquí, en España, la editorial Mondadori acaba de publicar «Las curas milagrosas del doctor Aira», un libro en el que se reúnen tres de sus novelas más recientes -la que da título al libro, además de las tituladas «El tilo» y «Fragmentos de un diario en los Alpes»- pero cuyas razones para agruparlas en un solo volumen el autor desconoce.
«Ni siquiera sabía qué novelas habían elegido -dice-. Lo cual es coherente con mi completo desinterés por lo que pasa con mis libros (traducciones, reediciones, recopilaciones) después de publicarlos por primera vez. Me siento un poco culpable por ese desinterés, pero no puedo remediarlo. De modo que estos libros se arman al azar, o según el gusto o la conveniencia de los editores. Pero quizás está bien así; el azar puede enriquecer la lectura con vecindades o correspondencias en las que yo jamás habría pensado».

-El protagonista de «Las curas milagrosas del doctor Aira» pretende separar las áreas de la realidad. ¿Ésa sería la función de la novela como género?
-Esa es una pregunta difícil, de examen. Tendría que pensarlo, y noto que con la edad cada vez me cuesta más pensar, o le encuentro menos utilidad. Creo que en realidad siempre ha sido así, en mi caso. Siempre escribí por impulsos inexplicables, siguiendo el hilo de la ensoñación. El aspecto intelectual que tienen mis novelas es una fachada nada más, un biombo pintado con palabras difíciles y fórmulas científicas puestas con motivos puramente decorativos.
-¿Cómo toma, entonces, el hecho de que su obra sea tan bien recibida por la crítica y por la academia?
-Me lo he preguntado más de una vez. La respuesta obvia (es decir: que mis libros son buenos) no me convence. Quizás se debe a que soy escritor accesoriamente, escribo como una actividad marginal y dependiente de mi actividad principal, que es la de lector. Creo que es la razón fundamental de que haga una literatura muy literaria, saturada de guiños y referencias para entendidos, y eso halague a los críticos y profesores, o bien les facilite el trabajo de alguna manera.
-En su otra novela incluida en este libro, «Fragmentos de un diario en los Alpes», mientras lee a Balzac, afirma que el autor francés nunca escribió sobre la realidad sino que lo hizo mediante signos. ¿Pero esos signos tienen estatuto real o representativo?

Aquí continua.

6 comments:

Magda Díaz Morales dijo...

En lo personal, eso de que "El mejor Cortázar es un mal Borges” que comenta César Aira, me parece no sólo una gran y profunda falsedad, sino producto de un gran egocentrismo, por no encontrar en estos momentos una palabra mejor para calificar la expresión.

Anónimo dijo...

ya había leído esa cita pero no identificaba el autor...
y para eso apostillas. con la cita no estoy de acuerdo claro, no es lo mismo carne que pescado :P
sin embargo,
"el azar puede enriquecer la lectura con vecindades o correspondencias en las que yo jamás habría pensado». esta me ha encantado.
polémico y apostillador como tú, no me extrañaría tu fascinación.
besicos linda, ¿ves como te mimamos los que pasamos por aquí, yo empecé por azar, como la cita que veo aquí ;) )

Magda Díaz Morales dijo...

A mi también me ha gustado la cita que comentas. Sí, recuerdo aquel para mi afortunado azar en el que llegaste a este espacio que es tuyo. Y ya tiene casi dos años, increible, parece que fue ayer ¿verdad?

Gracias por los mimos querido Jio, mi querido amigo trasatlántico con el que algun día tendremos que tomar el mejor café del mundo, el xalapeño, mientras platicamos de comics ¿recuerdas? ¡nadie nos va a parar del tema!

Anónimo dijo...

Yo tampoco puedo estar de acuerdo con la cita-comparación Cortázar/Borges: pertenecen a dos mundos éticos y estéticos completamente dispares y casi antagónicos: ¿cómo comparar, entonces? Se puede estar más cerca de uno que de otro, pero creo yo que no se pueden comparar para hacer valoraciones de mejor o peor.

Y la cita sobre la lectura azarosa es enjundiosa, pero creo que bastante obvia, ¿no?

Polémica es polémica, ciertamente. A veces se vive bien en ella. Y no juzgo por que no he leído a César Aira. Procuraré hacerlo (siempre mis buenas intenciones...;)

Besos, Magdita (y con permiso tuyo, besitos Jio;)

Mabalot dijo...

Gracias, Magda, sigues siendo mi ventana preferida al mundillo literario. César Aira no es tan malote ni despreciativo como parecen indicar esas citas; tengo su diccionario de literatura latino americana y es una lección de saber y ecuanimidad; ¡se lo leyó todo este tipo!
Un afectuoso saludo.

Magda Díaz Morales dijo...

Luisa, el permiso se pide antes ¿qué tal sino te lo doy? ;)

Fuera de broma, creo que a Aira le gusta la polémica, a veces m,e parece que lo que dice lo hace para llamar la atención, pero quien sabe. La cita sobre Cortázar es bastante mala.

Un abrazo para ti

________

Gracias a ti, Mabalot.

¿Sabes? más bien creo que en este articulo no lo ponen como "malote", sino como polémico. Hay que admitir que a veces dice casa cosa tan disparada, que cae pesado. A mi me gusta Aira, no todo, pero me gusta, en especial Como me hice monja, que me parece buena novela.

Estoy de acuerdo contigo en que es un gran lector, eso sí.

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