19 de agosto de 2007

María Magdalena, de Leonardo da Vinci

Soy la primera de tres hijos y la única mujer. Nací un 22 de julio, el día que se celebra en el calendario cristiano a una de las mujeres bíblicas más interesantes, María Magdalena. Mis padres me contaron que no sabían si ponerme Cristina o Ana María, que eran los nombres que les gustaban. De niña, pensaba que me hubiera gustado llamarme Patricia, a todas mis muñecas siempre les ponía este nombre, todas se llamaban Patricia: Patricia María, Patricia primera, Patricia la castaña, Patricia la morena, Patricia la de ojos ambar, etc. Pero mi abuelo paterno, que estaba de viaje, al saber sobre mi nacimiento envió una felicitación diciendo que enviaba besos a su nueva nieta, María Magdalena. Y mis padres no pensaron más y me dejaron este nombre que el destino santoral apeteció fijarme. Nunca lo uso más que en asuntos oficiales, es demasiado largo, y cuando alguien me llama con él se me hace sumamente extraño.

Ya de adolescente empezó a interesarme conocer detalles de este destino santoral, así que empecé a investigar sobre la santa. Una mujer que inscribe la historia como gran amante, en los dos sentidos del término. Va desde prostituta sagrada hasta seducir con sus encantos y belleza a todos los hombres de la comarca, pero que al ver a Jesús quedó prendada de él y dejó todo para seguirlo (paradigma de la pecadora arrepentida). Además, se supone que fue a la primera mujer que Jesús se le apareció después de muerto. Hay varias versiones sobre su estancia en este mundo, versiones bellísimas que muchos pintores han dejado plasmadas en sus lienzos. Existe hasta la interpretación de que en este cuadro de Da Vinci, "La última cena", la que está a un costado de Jesús es María Magdalena.

Ella se llamaba María y era de Magdala. Mi madre a veces me decía Magdala y yo cómo me molestaba, y ella me explicaba que no debía de enojarme porque... y me contaba la historia, entre otras cosas supe que a Magdalena le preocupaba mucho la marginación y el desprecio en la que vivía la mujer de sus tiempos, ella rompió con los moldes establecidos.

En El país de hoy leo un artículo titulado "Leonardo inédito" en el que se informa que "Bruselas celebra el 50º aniversario del Tratado de Roma con una exposición que retrata al genio del Renacimiento en todas sus facetas. Al humanista, al pintor, pero también al ingeniero, al urbanista y al filósofo”, y en ella se presenta su cuadro María Magdalena, de lo más hermoso que he visto sobre este gran personaje bíblico, sinceramente me parece mucho más bonito que La Gioconda, picándole se verá en grande.

22 comments:

entrenomadas dijo...

Realmente es bellísimo.
Aún recuerdo la primera vez que vi en Florencia cuadros de Da Vinci. La luz, las sombras, la sugerencia, el misterio, la belleza. Fue impresionante para mí.
Qué suerte poner relacionar tu nombre con el genio. A mí me cantaban de pequeña una canción que decía eso de "Santa Marta tiene tren pero no tiene tranvía!, mucho mejor tus recuerdos. Sin duda.

Abrazos, María Magdalena o Magdala
Suenan tan bien las dos formas!!!

PD:Ya tengo acentos, bueno ellos están siempre pero había que descubrir la tecla que los hace visibles.
Soy torpe, y encima de vacas.

Anónimo dijo...

Es cierto, bello: e imagino que el desnudo está ahí para recordarnos su viejo pasado de rosas.

saludos,

Magda Díaz Morales dijo...

Marta ¡somos primas bíblicas! ¿Será por eso que nos gustó la misma fotografía que puso Antón?

Magda Díaz Morales dijo...

Casi siempre la pintan desnuda, el erotismo es parte de su significado o del significado que la historia le ha dado.

Ya vi que Wendy Guerra te es especial y que la pasaste bien el el evento.

Anónimo dijo...

jejeje, Imaginate, el evento empieza esta semana y va hasta final de mes. Las conferenciasde Roncangliolo estarán, pienso, a reventar.
Con Wendy pensamos en irnos a tomar un simple café a un Juan Valdés.

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

El cuadro es precioso, pero la Gioconda es otro mundo. Me gustó la historia de tu nombre.
Un abrazo.
Álvaro

Fernando dijo...

me encanta el cuadro y toda la historia de tu nombre..;);)..con lo de Magda casi no diría que te llamas Magdalena...la Gioconda es otra cosa es verdad pero para gustos...besos.

thirthe dijo...

que dulzura de rostro y de cuerpo!


besos

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Indispensable, una obra de Román Alís, "María de Magdala".
Saludos,
Diego

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

María Magdalena es el ejemplo más claro del cambio de ideas que propugnaba Jesucristo. Como Magdaleno, es un personaje al que tengo mucho cariño.

Anónimo dijo...

El apunte personal de tu nombre te dibuja como la persona sensible y diligente que apreciamos y estimamos. Un abrazo querida
Magda-lena

Magda Díaz Morales dijo...

En lo personal "La Gioconda" nunca me ha gustado, y al verla sinceramente no me pareció espectacular, hermoso cuadro, por supuesto, pero prefiero otro tipo de pintura. Obviamente que el que me guste o no me guste no es importante, pero nunca la compraría para ponerla en la biblioteca o en doinde fuera, por ejemplo. Este cuadro, "La Magdalena", tiene la carita muy parecida al de "La Gioconda", y según dice el artículo se le adjuticaba a otra persona, no a Da Vinci.

Muchos saludos, Álvaro.

Magda Díaz Morales dijo...

Fernando, la realidad es que no me llamo María Magdalena, al menos jamás lo he usado, soy Magda. Así como a ti te parece extraño, igual a mi, jamás lo uso, ni me gusta. Lo tengo que usar para cosas oficiales (pasaporte, por ejemplo, en el que sólo me ponen María, por cierto, y todos esos papeles en los que hay que usar todo el nombre ¡y si lo supieras completo! parece que en mi casa pensaron que no tendrían más hijas para usar todos los nombres femeninos posibles. Me enjaretaron el Josefina y el Denise, y ahi pusieron solamente Magda, imagínate el lío. Pero bueno, en el acta de nacimiento sólo está María Magdalena, en el acta de la iglesia me pusieron todos estos nombres del calendario ¡son cuatro! uf ).

Veo que ya estás de regreso, seguro que la pasaste estupendo en la playa.

Magda Díaz Morales dijo...

Muchas gracias por el dato, Diego. Y Pablo, vaya, veo que son tres hermanos, qué bien.
_____

¡Que alegría verte por estos lares, Thirthe! ¡y a ti también Pablo! Un abrazo muy grande para ustedes. Ojalá no dejen de venir, se les recuerda siempre con cariño.

Fernando dijo...

Querida Magda, no todavía estamos en la playa...pero tenemos conexión a Internet...yo no paro, Luisa sí...me gusta también el de Denise..es un nombre muy francés y poético..besos

Anónimo dijo...

Me gusta mucho el cuadro, Magda. Además, es de los pocos personajes de la biblia que me caen bien, supongo que por ese pasado como prostituta. Sexo y cristianismo parecen estar reñidos y su figura parece reconciliarlos en alguna medida (aunque se arrepintiera de su pasado como mujer de la vida).

Saludos

Magda Díaz Morales dijo...

Igual me pasa a mi, Juan Carlos, es de los pocos personajes bìblicos que me gustan y precisamente por ese erotismo que lo puebla. El cristianismo para la sexualidad y el erotismo ha sido fatal, como todas las religiones.

Existe una versión, que no he podido hallar pero la tengo en mis archivos, que dice, y con fundamentos serios, que fue la eterna compañera de Jesús en todos los aspectos, y nada morboso ni nada irreverente hay en esta versión que es de un historiador de las religiones. Es muy interesante, y es la que más me gusta. La buscarè para compartirla.

Anónimo dijo...

A mi también me parece más bonito que la Gioconda, además que muestra más abiertamente el espíritu del renacimiento. Pero seguramente era demasiado atrevido para situarlo como una obra maestra a nivel internacional.

Saludos Magda.

Magda Díaz Morales dijo...

Qué gusto verte, hacía mucho tiempo que no nos habíamos saludado. Te iba a escribir para comentarte sobre el "Festival de Literatura Mexicana: Barcelona 2007", ojalá puedas asistir.

JoseAngel dijo...

Me ha gustado saber lo de tu relación problemática con el nombre, Magda; y el cuadro, que no lo conocía. Bueno, según la tradición esa famosa del Código Da Vinci y el reciente documental de James Cameron, la Magdalena era la esposa de Cristo y la madre de sus hijos... aunque me parece que debe haber ahí tanta literatura como en la magdalena proustiana. Un abrazo.

Magda Díaz Morales dijo...

José Ángel, recordar la magdalena proustiana siempre es una delicia, vaya un breve fragmento, aprovechando el tema:

"Repentinamente el recuerdo se reveló a sí mismo. El sabor era el de un pequeño pedazo de magdalena, que en las mañanas de domingo solía darme mi tía Leona, sumergiéndolo primero en su propia taza de té.... Inmediatamente la antigua casa gris sobre la calle, donde estaba su habitación, se elevó como un decorado... y el pueblo entero, con su gente y sus casas, sus jardines, su iglesia y sus alrededores, fue tomando forma y solidez, cobró vida desde mi taza de té".

JoseAngel dijo...

Sí, a veces un recuerdo que nos invade así inesperadamente nos puede hacer llorar... ¡como una magdalena!

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