"Se publican en edición crítica dos fragmentos inéditos del filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein, cuyo pensamiento permeó la filosofía del siglo XX.Bajo el título Luz y sombra se reúnen estos dos textos, editados por Ilse Somavilla, los que reflejan la relación del pensador con la religión, señalando puntos de vista aún válidos, aunque los escribiera hace más de 80 años.
"Imagínate un ser humano que desde su nacimiento vive siempre en una estancia en la que la luz entra sólo a través de cristales rojos. Éste quizá no se pueda imaginar que haya otra luz que la suya (la roja), considerará la cualidad roja como esencial a la luz, en cierto sentido no notará en absoluto la rojez de la luz que le rodea". Con esta variación del mito platónico de la caverna comienza uno de los dos manuscritos inéditos de Wittgenstein descubiertos y publicados por Ilse Somavilla con el título Luz y sombra.
En el primer texto -estamos en enero de 1922-, Wittgenstein relata un sueño en el que su hermana preferida, Hermine, lo elogia por su inteligencia sobresaliente. La alegría que él experimenta por esta lisonja le provoca tal sentimiento de culpa que se despierta atormentado por el remordimiento de esta vanidad. Se cree moralmente culpable y aplastado por la percepción de la propia nulidad como criatura que le impone la omnipotencia y la perfección de Dios. Experimenta entonces "temor y temblor" y se persigna. Levantándose con dificultad para mirarse al espejo, se espanta de su propio rostro. En ese momento, apaga la luz, pero al tocar inadvertidamente el cable de la corriente, es golpeado por una descarga eléctrica. El dolor físico es casi un alivio, una distracción momentánea de las turbaciones interiores. El recuerdo de la pesadilla se interrumpe en este punto, y Wittgenstein comenta: "Hoy durante la noche me he dado cuenta de mi completa inanidad. Dios se ha dignado mostrármela. Mientras sucedía todo, he pensado continuamente en Kierkegaard y he creído que mi estado era el de «temor y temblor»".
Reseña completa, muy interesante.
"Imagínate un ser humano que desde su nacimiento vive siempre en una estancia en la que la luz entra sólo a través de cristales rojos. Éste quizá no se pueda imaginar que haya otra luz que la suya (la roja), considerará la cualidad roja como esencial a la luz, en cierto sentido no notará en absoluto la rojez de la luz que le rodea". Con esta variación del mito platónico de la caverna comienza uno de los dos manuscritos inéditos de Wittgenstein descubiertos y publicados por Ilse Somavilla con el título Luz y sombra.
En el primer texto -estamos en enero de 1922-, Wittgenstein relata un sueño en el que su hermana preferida, Hermine, lo elogia por su inteligencia sobresaliente. La alegría que él experimenta por esta lisonja le provoca tal sentimiento de culpa que se despierta atormentado por el remordimiento de esta vanidad. Se cree moralmente culpable y aplastado por la percepción de la propia nulidad como criatura que le impone la omnipotencia y la perfección de Dios. Experimenta entonces "temor y temblor" y se persigna. Levantándose con dificultad para mirarse al espejo, se espanta de su propio rostro. En ese momento, apaga la luz, pero al tocar inadvertidamente el cable de la corriente, es golpeado por una descarga eléctrica. El dolor físico es casi un alivio, una distracción momentánea de las turbaciones interiores. El recuerdo de la pesadilla se interrumpe en este punto, y Wittgenstein comenta: "Hoy durante la noche me he dado cuenta de mi completa inanidad. Dios se ha dignado mostrármela. Mientras sucedía todo, he pensado continuamente en Kierkegaard y he creído que mi estado era el de «temor y temblor»".
Reseña completa, muy interesante.