A los alumnos, Wittgenstein los azotaba de forma inmisericorde si erraban. "Para eludir la justicia escolar, en 1926, abandonó la docencia y trabajó de jardinero en un monasterio, pero aburrido de podar rosales, en vez de suicidarse como era tradición en su familia, volvió a Cambridge donde su Tractatus era estudiado como un devocionario".
Wittgenstein:"decir a los amigos que he sido feliz".
Hace 19 horas.
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