18 de febrero de 2008

Receta de varón: Gioconda Belli

Intercambiando opiniones con Fernando García, sobre Gioconda Belli, recientemente ganadora del Premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix Barral (Video), me comentaba sobre un poema de esta poetisa nicaragüense que se titula Receta de varón. Fernando, me decía que el poema podría interpretarse como una descripción del "hombre ideal". ¿Ustedes, qué opinan del poema?

«No importa si no es hermoso
-la fealdad en el hombre puede despertar ciertos atávicos instintos femeninos–
pero es esencial que el pecho sea acogedor
y que los brazos ofrezcan la promesa
de abrazos apretados y tiernos.

Vello en el cuerpo o no,
es cuestión de gustos.
Personalmente los prefiero
tapizados,
con espacios de sombras oscuras
suaves al tacto,
y capaces de llenar el olfato
con el olor del día a flor de piel.

La cintura que se defina, por favor;
que no le sobre, ni le falte,
que no acuse el descuido del dueño,
mas que en ciertas épocas permisibles
donde unas libritas demás,
son sólo testimonio de amables libaciones.

Las manos son definitivas:
deben saber detener la cabeza de la mujer
con el celo con que el marinero escatima al viento
la única lámpara de aceite en medio de la tormenta;
ser ágiles como pájaros o cabras de monte,
capaces de la forja del hierro, la lágrima,
de esculpir los intrincados artesonados del placer.

Las piernas también son importantes
pero les perdonamos las torceduras,
lo tosco, las imperfecciones,
si al encontrarnos con la boca
vemos una sonrisa en la que poder confiar
y unos ojos que nos aseguren la mañana.

La espalda masculina debe ser extensa
como una pradera por donde puedan pasear los búfalos
y los heliotropos,
y es fundamental que en las caderas
se alcen dos colinas
inequívocas, sólidas,
que se nos queden prendidas en la memoria
cuando el hombre se vuelva para marcharse,
alejándose en la noche.

La voz que resuene con vibraciones de bajo
pero que sepa modular
la tensa y dulce melancolía del acordeón,
lamentando el fin de la luna en la ventana.

El hombre, al fin,
ese mítico animal
que reinventa siglo tras siglo
las quimeras que pueblan las obsesiones femeninas,
habrá de conservar,
-perdida la absoluta hegemonía–
todas aquellas cosas
galantes, fuertes, acogedoras,
que, a pesar de todos los pesares,
lo mantienen sólidamente anclado,
en el profundo, incansable mar,
de las hembras».

19 comments:

Hilvanes y Retales dijo...

HOla Magda; Fernando dice que es una descripción de un hombre ideal. Entre las definiciones de la RAE sobre la palabra RECETA, está: "Procedimiento adecuado para hacer o conseguir algo". Con lo cual, yo diría que Fernando tiene razón: el poema es una descripción de cómo sería el hombre ideal.

Sin embargo, a ese hombre ideal le faltan cosas: le falta la sabiduría, la nobleza, la prudencia, la sensibilidad, ..., el hombre del poema es solo cuerpo: los brazos, las manos, el vello, la cintura, la espalda, la voz, ¿Por qué ha olvidado esta receta el corazón y la cabeza? Sus motivos tendrá Gioconda Belli.

O quizás yo he leído entre líneas. O quizás sea solo eso: receta de varón.

entrenomadas dijo...

Giocanda Belli es extraordinaria, su poesía siempre la recomiendo. Pero sobre lo del hombre perfecto....ay,ay, no sé que decir, hoy es lunes y lo único que veo perfecto es la música que estoy escuchando. Sobre hombres mejor ni lo pienso....
Pero es cierto que los versos se acercan mucho a lo deseado, mucho.

Besos, MAGDA

39escalones dijo...

Hablando de recetas, no me extraña que yo esté a régimen femenino; visto así el hombre...
Un abrazo

lourdes dijo...

Lo encuentro fetichista, aunque el título de la poesía indique lo contrario.

albalpha dijo...

Al igual que Marta, mejor no opino, sin embargo siento que faltan cosas importantes en esa receta. Un abrazo
Alba

Magda Díaz Morales dijo...

En lo personal, me parece que eso de "la fealdad en el hombre puede despertar ciertos atávicos instintos femeninos"... no se, la fealdad o no fealdad de alguien es tan relativa. Pero pensemos que fuera reconocido como feo, eso de que puede despertar... ¿será? no estoy muy de acuerdo.

Magda Díaz Morales dijo...

HyR, creo que el corazón y la cabeza no están separados en el poema ni en la vida real, todo es cuerpo, somos cuerpo vivo, en este cuerpo que somos va todo incluido.
En el poema, tal vez, no lo se, solo me parece, la sabiduría, la nobleza, la prudencia y la sensibilidad, esté abarcado en ofrezcan la promesa
de abrazos apretados y tiernos
, una sonrisa en la que poder confiar
y unos ojos que nos aseguren la mañana
, habrá de conservar,
-perdida la absoluta hegemonía–
todas aquellas cosas
galantes, fuertes, acogedoras
.

Aunque también creo que le faltan detalles muy importantes, pero quizá eso entre ya en cuestiones y gustos particulares. El hombre ideal sería inexistente, por eso es ideal, aunque el poema es solo una descripción de lo que el yo poético ve como puntos a seguir en la hechura de un hombre. Asimismo, considero que habría un hombre ideal por cada mujer que existiera pues para cada quien, si lo tiene (muchas no lo tenemos o ni se piensa en esta idealidad), un hombre ideal sería con determinadas cualidades o características particulares.

Tiene un poema que se titula "Soy mujer" o algo parecido, y también es interesante lo que dice en él.

Magda Díaz Morales dijo...

Marta, pienso lo mismo, sobre el hombre ideal, o perfecto, no se que decir. Creo que todo esto de la idealidad entra en concepciones particulares, pero si el poema quiere dar esta lectura es cierto, se acerca mucho a una idealidad que yo abarcaría en el ser humano y no solo en el hombre.

De acuerdo contigo, la poesía de Belli es extraordinaria, me gusta especialmente su poesía erótica.
_____

Alfredo, me haces reir, seguro que no es así y tienes muchas fans.
_____

Si, Lourdes, tiene su dosis de fetichismo. Quizá siempre que se está ante el cuerpo del otro todos seamos un poco, o un mucho, fetichistas ¿no será?
_____

Saludos, Alba.

Recaredo Veredas dijo...

Al margen de lo oportuno de la definición es un poema excelente y, como tal, absolutamente subjetivo. Sí creo que muestra una mirada sobre el hombre perfecto e, incluso, una mirada sobre el mundo. Saludos.

Rui Caetano dijo...

Um texto com grande significado pessoal. Faz reflectir sobre a vida. Gostei.

JUANAN URKIJO dijo...

Me encanta Gioconda Belli. Conocí y compré algo de lo que hacía hace cuatro años, cuando estuve en Nicaragua. Precisamente ayer mismo, una persona realmente entrañable para mí me regalaba uno de sus poemas. Te paso sólo el final y dime si no es hermoso:

"Te quiero como gata boca arriba, maullando a través de tu mirada...
Te quiero como gata agradecida, gorda de estar mimada.
Te quiero como gata flaca perseguida y llorona.
Te quiero como gata, mi amor, como gata, como mujer te quiero."

Besos, Magda.

Anónimo dijo...

Me gusta el poema. Si el sexo o genero no fuera también una invención, perdería su encanto.

El hombre, al fin,
ese mítico animal
que reinventa siglo tras siglo
las quimeras que pueblan las obsesiones femeninas

Magda Díaz Morales dijo...

De acuerdo, Recaredo, es un poema excelente. Y subjetivo, vaya que sí.
_____

Rui, por supuesto, de acuerdo también contigo.
_____

Dédalus, un final precioso el que escribes. También el final de "Receta de varón" me gusta especialmente.
_____

No se si el sexo sea una invención, Miguel, pero el poema es precioso, cierto.

Fernando García Pañeda dijo...

No opino de forma directa por ser el aludido :)
No obstante, sí creo que leyendo entre líneas se ve la cabeza y el corazón. Por ejemplo: las manos deben saber detener la cabeza de la mujer
con el celo con que el marinero escatima al viento la única lámpara de aceite en medio de la tormenta
; pero todos sabemos quién dirige las manos.
Un abrazo, Magda. Y muchas gracias a todos los comentaristas.

Magda Díaz Morales dijo...

Coincidimos en nuestra apreciación del poema, Fernando. Comentaba arriba que considero que el corazón y la cabeza no están separados en el poema (ni en la vida real).

Gracias a ti, por comentarme estos preciosos versos.

Anónimo dijo...

Las manos definitvas.....

Fetichista el poema, tal vez sí, ¿pero qué cosas que preferimos no es un fetiche? Mejor dicho, reformulo, ¡qué bueno que el poema sea fetichista! Así se vea de buen ver, lo limpio no sirve para nada en el amor. En un mundo feliz puede que no fuéramos fetichistas, pero en este... que las manos sean definitivas.

un abrazo, andrés.-

JoseAngel dijo...

Bien está ese poema, y bien está ese hombre, vaya. Aunque donde esté una mujer, que se quite el hombre. Para mí, digo: cuestión de gustos.

Celluz Celeste Luz - Betsy Plaza dijo...

Yo veo aquí una respuesta al poema de Vinicius de Moraes. "Receta de Mujer"...

Pablo Moraga dijo...

El tono para mí es irónico y juguetón. Por supuesto que satiriza a Moraes y su receta de mujer. No puedo leerlo sin una sonrisa. ¿Pone Moraes el corazón y la inteligencia en su mujer?

Publicar un comentario

No se publicarán comentarios anónimos.