5 de abril de 2008

Cartas de amor a Albertina Rosa: Pablo Neruda

Pablo Neruda, no es de mis poetas más admirados. Sin embargo, su libro Cartas de amor a Albertina Rosa, me gustó mucho. Trae varias fotografías de Neruda, desde niño hasta adulto, de su padre y su “mamadre”, como él llamaba a la esposa de su padre ya que su madre había muerto cuando él tenía dos o tres meses de edad, de su hermanastra Laura, de Temuco, de Santiago, de García Lorca, de Gabriela Mistral, y de las cartas originales. Leemos en el libro que de las cuatro estaciones en que Edmundo Concha clasifica la obra nerudiana, las dos primeras, que van desde Crepusculario, 1923, hasta Residencia en la tierra, 1925-35, de alguna manera reciben la inspiración de Albertina Rosa Azócar, una de las musas de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (los poemas tienen más musas). Neruda, escribe a Albertina: “Estoy arreglando los originales de mi libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Hay allí muchas cosas para mi pequeña lejana”. Las cartas fueron conservadas por la destinataria, hasta que desaparecieron de su casa:

Según relata el periodista Juan Ignacio Poveda, que fue corresponsal de la agencia Efe en Santiago de Chile entre 1981 y 1983, "un pariente de Albertina halló las misivas amorosas en el domicilio de ella e intentó venderlas a un anticuario chileno". Poveda tuvo noticia de la existencia de las cartas a través de una sobrina de Albertina, Juanita Azócar. "Me preguntó si quería conocer a una novia de Neruda. Le dije que sí y me presentó a su tía; ella me contó aquella historia de amor, apenada por la pérdida de su correspondencia con el poeta". Entonces, Poveda, provisto de un poder notarial rubricado y autorizado por Albertina, entabló un pleito ante la justicia de Chile y consiguió recuperar las cartas, que fueron depositadas en el Banco Exterior de España en Chile. "Enterado del depósito Francisco Fernández Ordóñez, entonces presidente de la entidad bancaria, viajó a Chile, donde le presenté a Albertina Azócar". Y añade Poveda: "Congeniaron muy bien y él decidió hacer una publicación restringida de las cartas, como regalo del banco a sus accionistas". Siendo ya ministro español de Asuntos Exteriores, Fernández Ordóñez volvió a editarlas (El país, 12.12.2004).

La correspondencia habla de ese amor en secreto que hubo entre los dos, eran muy jóvenes. Un amor apasionado, tierno, a veces inocente, candoroso. El joven poeta, llama a su amada de varias maneras: mocosa mía, netocha, mujercita adorada, Arabella, chiquilla, pequeñuela, muñeca adorada. Le dice cosas como: “Es natural, que si la revolución termina, nos vamos los dos a México, a querernos libremente, aunque vivamos con pobreza” o “sucede que cuando más necesidad tengo de ti, de tu recuerdo, de tus cartas, te alejas de mí por tu propia voluntad. Malo, mi niña, porque me siento muy fatigado y a veces amanezco con deseos de olvidarte” o “Te amo, Arabella. Esto lo oirás a las tres de la mañana, si estás dormida” o “me ocupas como el aire ocupa las salas vacías…”. Una de las cartas que más me gusta, es esta:

Pequeña, ayer debes haber recibido un periódico, y en él un poema de la ausente (tú eres la ausente). ¿Te gustó, pequeña? ¿Te convences de que te recuerdo? En cambio tú. En diez días, una carta. Yo, tendido en el pasto húmedo, en las tardes, pienso en tu boina gris, en tus ojos que amo, en ti. Salgo a las cinco, a vagar por las calles solas, por los campos vecinos. Sólo un amigo me acompaña, a veces.

He peleado con las numerosas novias que antes tenía, así es que estoy solo como nunca, y estaría como nunca feliz, si tu estuvieras conmigo. El 8 planté en el patio de mi casa un árbol, un aromo. Además traje de las quintas, pensando en ti, un narciso blanco, magnífico. Aquí, en las noches, se desata un viento terrible. Vivo solo, en los altos, y a veces me levanto, a cerrar la ventana, a hacer callar a los perros. A esa hora estarás dormida (como en el tren) y abro una ventana para que el viento te traiga hasta aquí, sin despertarte, como yo te traía.

Además elevaré mañana, en tu honor, un volantín de cuatro colores, y lo dejaré irse al cielo de Lota Alto. Recibirás, querida, un largo mensaje, una de estas noches, a la hora en que la Cruz del sur pasa por mi ventana (...) A veces, hoy, me da una angustia de que no estés conmigo. De que no puedas estar conmigo, siempre.

Largos besos de tu Pablo.

Sin duda, nada hay más maravilloso que el amor, invaluable regalo de la vida. Y los amores imposibles, como el de esta pareja, tienen embrujo.


Video: Alberto Cortez, canta "Puedo escribir los versos más tristes esta noche" en el programa de televisión de Verónica Castro, en México (1991).

21 comments:

Jorge Jaramillo Villarruel dijo...

En mi novela, cuyo título provicional es "Jolifanto", la carta de amor y perdón que escribe Yo, el protagonista, a su amada Sarita, dice:

"En los cajones del ropero hay almas que nadie encuentra disueltas en el éter de las pisadas del corazón de la música oscura que brillan en la muerte de los deseos, la muerte. Tú sólo has de pronunciar palabra alguna de mar o aire y caigo abrazando el ruido destructor de tus pisadas desnudas. Una ventisca escapa de su mirada triste. Hay agua en los ojos de Sarita, y en su boca un poema perpetuado al silencio de todos los días destruidos de hoy. Las huellas de esos pies se pierden en la memoria, a la luz de la luna. Entre los edificios un grito muere. Celebrar nuestra muerte un veintiuno de abril. Tú hablas con la voz de tempestad, con esa voz que desarma la efímera maquinaria de estos días. Por favor quédate para que el reloj siga avanzando, ese reloj que ha perdido las manecillas para las horas y los minutos, que sólo marca el paso de los días segundo a segundo a segundo a segundo a segundo a segundo a segundo a segundo a segundo a segundo hasta que la entropía sobrevenga, sin espasmos; sólo dormir; sólo dormir; ¿estarás ahí entonces? Tal vez habrá lluvia, tal vez será invierno, tal vez tenga mucha tos."

Después, disfrazado de T-Rex, se hinca ante su adorada Sarita, y le regala un libro confeccionado en cartón corrugado.

Me despido con una cita de mi segundo poeta favorito (el primero es Rimbaud):

Nada tiene el amor de misterioso
-André Bretón

Ferrer Lerín dijo...

Pablo Neruda, no es de mis poetas más admirados. Sin embargo, su verso "Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo" me reconcilia con la poesía, es decir, me reconcilia con la muerte.

albalpha dijo...

Esos amores, usaste la palabras exactas, tienen embrujo. Un abrazo

Alba

Mario dijo...

Gracias mil gracias a Neruda por su maravilloso poema que empieza diciendo: "Me gusta cuando callas..."; es la mejor defensa que he encontrado cuando a mis novias les llega la temporada de hacer sus reclamos. Caballeros, hay que aprenderselo de memoria, es de la mayor utilidad!

Fernando García Pañeda dijo...

Sin el amor no conoceríamos toda la hermosísima litetarura, música, pintura, cine o cualquiera de las grandes bellezas que nos ha legado la Historia, y que esperemos poder seguir legando a quienes nos sucedan.
Conmovedor.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

haces soñar con el café...
besosss

Anónimo dijo...

Sí, tienen embrujo esos amores: pero cómo duelen. Duelen mucho. Entonces viendo estas cartas me pregunto quién las escribe: el embujo, o el dolor de lo imposible. Uf,

albalpha dijo...

Creo la escriben los dos. A pesar de todo el resultado es hermoso. Tal vez sea un hermoso dolor pero bello al fin, el cual nos permite soñar.

Un abrazo
Alba

Jorge Jaramillo Villarruel dijo...

Hablando de amor... este domingo, fui al cine a ver "Control", de Anton Corbjin. Esupenda película sobre los últimos años de Ian Curtis, uno de los más grandes poetas de la época moderna, y su dolorosa relación con el amor: atrapado entre la mujer que ama y la mujer que lo ama, la única salida que vislumbra es la cuerda del tendedero de ropa. Después de una breve discusión con Deborah, su esposa, a quien corre de la casa, después de ver Strozekt de Werner Herzog, después de escuchar The Idiot, de Iggy Pop, opta por la salida de emergencia, incapaz de decidir.

Ian Curtis, un ser demasiado frágil para este mundo de leyes de mercado y comercialismo abrupto, decide quitarse la vida el 18 de mayo de 1980, a la edad de 23 años.

Les recomiendo ampliamente esta película, basada en el libro de la viuda de Curtis, Deborah Curtis, llamado "Touching from a distance". Pero dense prisa, porque sienod cine de arte, independiente, y en blanco y negro (hermosa fotografía, cabe decir), no permanecerá mucho tiempo en exhibición.

Luisamiñana dijo...

A menudo el "excesivo Neruda" da en el clavo. Sobre todo porque conoce bien todas las ambivalencias del sentimiento amoroso. Están muy bien, por ello, estos textos que nos muestras: la cocina poemática está aquí.

Un fuerte beso, después de unos días un poco atosigados.

Magda Díaz Morales dijo...

Francisco, de ese poema de Neruda que contiene el verso que comentas, me gusta la parte que dice:

A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.


Aunque es un poema que me da tristeza...

Magda Díaz Morales dijo...

Jorge, la cita de Bretón me hace pensar que quizá él tenía resuelto en el amor, lo que la mayoría jamás ve claro.
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Así es, Alba.
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Fernando, me parece que, además, sin amor -en su sentido universal y amplio- no tenemos nada.
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Akurión, cuando se necesita usar ese tipo de defensa ante reclamos...

Magda Díaz Morales dijo...

Querido Jio, el cafecito vaya que se antoja.
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Andrés, los imposibles y los no imposibles en ocasiones traen dolor. Es que esto del amor no es cosa facil. Pero bueno, todo lo que vale la pena no es sencillo.
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Y vaya que sí, Luisa, Neruda conocía bien las ambivalencias del sentimiento amoroso, y en esta época era muy joven, después siguió aprendiendo...

Dias atosigados pero muy bonitos. Con José Antonio Melendo vi las fotos, y me gustaron mucho.

39escalones dijo...

Me has sorprendido. Yo hubiera dicho que te gustaba mucho Neruda. Qué cosas...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho, reescuchar a Alberto en esta canción. Hay un disco precioso de Olga Manzano y Manuel Picón que recoge algunos de los poemas de "Los versos del Capitán" de Pablo Neruda. Entre ellos unas magníficas versiones de "Tu risa" y "La noche en la isla"

¡Muchos Be -r- sos!

entrenomadas dijo...

Mu bello, Magda.
Me quedo un rato escuchándolo.

Besos, aún con viajes y laberintos.

Marta

Mamen dijo...

Los primeros versos que gustas ya no te dejan. Neruda es mi primer poeta, y me cuesta leerlo con distancia, de forma más objetiva.
Cortez me lleva a mi padre. Le entusiasmaba su voz y me contagió a mí.
Pablo y Alberto juntos, puro sentir.
Un saludo.

Magda Díaz Morales dijo...

Alfreedo, Antonio, Marta, Mamen, gracias por sus comentarios. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho tu manera de pensar y de escribir. Te felicito. Mucha suerte y espero volver a ver mas en este sitio. Saludos Cartas Amor

Jorge Jaramillo Villarruel dijo...

"además, sin amor -en su sentido universal y amplio- no tenemos nada".

Muy profundo. Nunca olvidarlo.

Lo dijo Dante en su Komodia, al final, que es el amor el que mueve al universo. Y lo cantó Corcobado: "nos abrazamos hasta reconocer que sin amor todo es nada" (Dientes de Mezcal, se llama la canción).

Me ha encantado esta entrada y el seguimiento. El amor es el tema por antonomasia del hombre (en sentido de humano, no de sexo).

Saludos.

Magda Díaz Morales dijo...

Muchas gracias a todos por sus comentarios. Un abrazo para cada uno.

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