1 de noviembre de 2006

Sobre Hemingway y Woolf

¿Será verdad? "El mayor secreto de Ernest Hemingway fue revelado en el libro de Rainer Schmitz ¿Que le ocurrió a la calavera de Schiller? Todo aquello que usted no sabía sobre literatura, una recopilación de episodios y anécdotas poco conocidas o completamente desconocidas sobre escritores célebres. Sin embargo Schmitz no excluyó la posibilidad de que se trate de una fanfarronería o una exageración del autor de Adiós a las armas, un apasionado de la caza mayor, las corridas de toros, de las armas, de las mujeres y el alcohol, según una nota del diario italiano Corriere della Sera reproducida por el matutino La Nación.

En una de sus cartas a su última esposa Mary Welsh en 1944, Hemingway escribió: "Muchos muertos, botín alemán, tantos tiroteos y toda clase de combates".

Pero en otra misiva enviada a su editor, Charles Scribner, en agosto de 1949 - cuatro años después de finalizada la Segunda Guerra-, relató: "Una vez maté a un kraut de los SS particularmente descarado. Cuando le advertí que lo mataría si no abandonaba sus propósitos de fuga, el tipo me respondió: Tú no me matarás. Porque tienes miedo de hacerlo y porque perteneces a una raza de bastardos degenerados. Y además, sería una violación de la Convención de Ginebra. Te equivocas, hermano, le dije. Y disparé tres veces, apuntando a su estómago. Cuando cayó, le disparé a la cabeza. El cerebro le salió por la boca o por la nariz, creo".

Un año después -el 2 de junio de 1950-, el autor de Por quién doblan las campanas volvió a relatar sus experiencias en la guerra a Arthur Mizener, profesor de literatura de la Universidad de Cornell.

"He hecho el cálculo con mucho cuidado y puedo decir con precisión que he matado a 122". "Uno de esos alemanes era un joven soldado que intentaba huir en bicicleta y que tenía más o menos la edad de mi hijo Patrick", contó.

Hemingway se unió en junio de 1944 al regimiento número 22 de la IV División de Infantería estadounidense con grado de oficial. Ya en la Primera Guerra había intentado ingresar al ejército pero fue rechazado por un problema en un ojo y terminó conduciendo una ambulancia. También fue corresponsal durante la Guerra Civil española.

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"Varias cartas inéditas de Virginia Woolf así como documentos relacionados con algunos de los escritores británicos más famosos de comienzos del siglo XX saldrán a subasta próximamente en Londres como parte del legado de una aristócrata que inspiró a D.H. Lawrence alguna de sus heroínas.

Ese auténtico tesoro literario, del que forman parte también numerosos cuadros, cartas y fotografías de figuras del grupo de Bloomsbury, perteneció a lady Ottoline Morrell, emparentada con la Reina Madre de Inglaterra, y serán subastados por Christie's en Londres el 1 de noviembre.

Lady Ottoline era, según los testimonios de la época y las fotos que se conservan de ella, una mujer extraordinaria, alta y pelirroja, que solía vestirse de forma extravagante, y cuya residencia londinense, así como la campestre del condado de Oxfordshire, eran frecuente centro de reunión de literatos, pintores y otros artistas de Bloomsbury.

Casada con el diputado liberal Philip Morrell, Ottoline era bisexual y tuvo relaciones íntimas con el filósofo Bertrand Russell, el escritor Alex Munthe, autor de "La Historia de San Michele", el crítico y pintor postimpresionista Roger Fry y los también pintores Augustus John y Dora Carrington".

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18 comments:

Anónimo dijo...

Hola ¿Habías desactivado los comentarios?
Veremos que revelaciones salen en esas cartas...

Gabriel Báñez dijo...

Cuando engordaba novelas, EH era el remedo del buen periodista. Cuando escribía sus cuentos cortos, resultaba admirable. Escribiendo cartas, se sabe, resultaba tendenciosamente yoico. Como buen mitómano, generaba su propia leyenda. En rigor, jamás dejó de ponerse por delante de lo que contaba. Lo patético: que en su velero cumplía tareas de espionaje. Hasta en La Habana se ríen de algunas de sus fábulas.

Magda Díaz Morales dijo...

Hola, Palimp. Los comentarios han estado vigentes, quizá algo pasó que no los veías, a veces los servidores, o quien sabe, estas cosas ciber son en ocasiones sorprendentes.

Rosa Ribas dijo...

Por eso se dice que una de las mejores obras de Hemingway es Hemingway.

Magda Díaz Morales dijo...

Estoy de acuerdo con lo que comentas, Gabriel, Ernest Hemingway fue todo un caso. Fue muy aventurero, y parece ser que no solo con su vida, también en lo que decía.

No sabía que en La Habana se ríen de alguna de sus fábulas, aunque lo quieren y admiran mucho, pero bueno, el que lo quieran no significa que no se puedan reir de estas fábulas que son punto y aparte. Cuba fue para el muy importante, se sabe que en un hotel de la hermosa isla escribió Por quién doblan las campanas. Visitar su casa, ahora Museo, en la finca Vigía, es algo especial, todo está tal como el lo dejó. Y ya ni se diga en la Bodeguita del Medio y en El Floridita, seguramente nadie puede no sentir emoción al ver su silla, su fotografía y su firma en la pared. Por supuesto que todo esto puede ser o parecer turístico, pero es constancia de su amor por la isla (pasó ahi sus últimos 20 o 25 años de su vida) y de la isla por él.
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Y vaya que es una buena definición, Rosa.

Lila Magritte dijo...

Interesante su literatura declarada y la literatura que hace en torno a su figura y que despierta el comentario, el rumor, la risa, la sorpresa.

Un pillo creativo y adorable.

Anónimo dijo...

Pues sí, Magda, parece bastante típico del carácter de "bon-vivant" que llevó Ernest H.
Pero nunca sabremos la verdad. A mí,que se mate en una guerra no me parece raro, pero según en qué circunstancias lo hiciera, eso si lo hizo. Ciertamente, era un gran aficionado a los toros, fiesta sangrienta que aun por española yo no comparto, y se dedicaba a matar cuanta pieza de caza mayor (leones) se le ponía a tiro en sus numerosas andanzas de cacerías.
Se anda poniendo de moda sacar a la luz las correspondencias de muchos escritores. Este Ernest H. que nos descubren ahora, a mí no me toma de sorpresa dada su forma de ser.
Del escritor Hemingway, nada que discutir, excepto que fue grande y seguirá siéndolo.

Anónimo dijo...

Se me olvidaba. Te mando un beso, Magda.

Anónimo dijo...

D.Ernesto era un símbolo en España en las épocas duras del franquismo, para nosotros leer ¿Por quién doblan las campanas?, era un logro...en Cuba siguió su larga tradición de bohemio, borracho y juerguista...todo un conglomerado que esta por encima de su propia vida, mitos sin los cuales no podemos vivir...yo no me olvido...un beso grande Magda.

Magda Díaz Morales dijo...

Puri, si algo me molesta y detesto con profundo apasionamiento, es el maltrado a animales (y ya ni se diga a niños o viejitos o seres humanos en general. Rechazo la violencia en cualquiera de sus caras), y la "fiesta" (??) de toros es para mi algo espantoso. Como tu tampoco la comparto. Y sí, EH era muy aficionado a los toros, él era muy agresivo (o quizá muy bromista, o las dos cosas) segun parece, como no le iban a gustar. Pero bueno, como escritor es bueno, aunque polémico en su vida. Como bien dice Gabriel: "Lo patético: que en su velero cumplía tareas de espionaje". Todo un personaje.

Magda Díaz Morales dijo...

Que cosas tan dificiles se viven en épocas duras en nuestros países, Fernando. La censura yo no la he vivido, afortunadamente, pero se vivió mucho en México durante los siglos 16 a mitad del 19, durante la colonia, me refiero a lo que se debía de leer de literatura y lo que no, y muy especialmente en lo que se publicaba y lo que no. Y es verdad, no se olvida, se vivan o no determinadas épocas.

Ignoraba que EH fue un símbolo en España en las épocas duras del franquismo.

JoseAngel dijo...

¿122 personas? Me imaginaba que algunos habría matado Ernesto, aunque sólo fuese por escribir después sobre ello, pero muchos me parecen. Lo del alemán me lo creo, no sé.

Virginia Woolf, en cambio, sólo mató a una persona.

Anónimo dijo...

Publiqué una biografía de Ernesto el año pasado ("Hemingway, un estilo de vida". Ed. Dustin.Madrid") y no me extraña lo de sus asesinatos. ¿No era la época en la que buscaba desesperadamente a su hijo mayor que los alemanes habían hecho preso? Hem siempre fue brutal (a veces tierno) y su suicidioda buena prueba de ello.ANDRES ARENAS
4.11.2006

Magda Díaz Morales dijo...

Lila, muchas gracias por tu comentario.
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José Ángel, sin duda EH fue bastante polémico. Mira lo que comenta Andrés: "¿No era la época en la que buscaba desesperadamente a su hijo mayor que los alemanes habían hecho preso?" Imagínate que no eres capaz de hacer si esto sucediera...

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Andrés, muchas gracias por tu comentario, ilustrativo e interesante.

Gabriel Báñez dijo...

Magda: en un todo de acuerdo contigo. Finca Vigía: bibliotecas hasta en el baño, y esa obsesión peculiar de medirse y anotar la talla en la pared. Claro: lo aman y admiran en La Habana. Y también engordan el mito. EH es EH, abrazo.

Anónimo dijo...

Pudieron haber sido 122 o 12 o 2, pero todo esto es parte del Hemmingway que nos imaginamos, del bebedor incansable detrás de esa barba profusa y admirable. Es un personaje que, cómo muy bien se dijo en uno de tus anteriores comentarios, él mismo fabuló con maestría. Creo que para bien o para mal, su vida es parte importante del ambiente en que nos envuelven sus escritos.

Un saludo, Magda, qué bueno descubrir que tu blog sigue en pie.

Anónimo dijo...

De Virgina, sería maravilloso tener una carta con su puño y letra. Yo la colgaría en frente de mi cama, como las fotos de los santos y las vírgenes que tiene mi abuela en su cuarto. Sería, más que nada, un amuleto.

Magda Díaz Morales dijo...

Definitivamente, Gabriel, EH es EH, y a veces me lo imagino ahi, riéndose de todo lo que se dice de él. Era genial, aunque pude decirse con humor negro.

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