2 de septiembre de 2012

Alicia en el país de las maravillas

¿Hasta dónde algunos comentaristas intentan hablar de lo que no existe en la obra y solo interpretan de una manera empírica? O, tal vez, investigan profundamente una obra y nos descubren elementos que jamás hubiésemos imaginado. No lo se. En este artículo leemos: “¿Aparecen síntomas de psicopatías y de consumo de drogas en «Alicia en el país de las maravillas» (1865) y «Alicia a través del espejo» (1871), las obras más famosas de Lewis Carroll?” En los años 60 floreció el movimiento hippie en Estados Unidos y desde entonces, se cuestionaron los posibles efectos psicotrópicos que aborda la obra de Carroll. La película producida por Walt Disney, bajo la dirección artística de Mary Blair, se asoció durante unos años a «la cultura de la droga». La cinta, que se proyectaba en las universidades, fue retirada de las facultades porque a la empresa más famosa de dibujos animados no le gustaba que su creación se asociase con los jóvenes hippies.
Charles Lutwidge Dodgson, más conocido por su seudónimo artístico Lewis Carroll, fue un inglés polifacético del siglo XIX; escritor, fotógrafo, matemático, lógico y diácono anglicano. Su salud también fue variada: tartamudo, sordo del oído derecho, tenía artritis y migraña crónica. De pequeño sufrió un trauma infantil porque era zurdo, lo que le obligó a contrarrestar su tendencia natural a utilizar el lado izquierdo. Además se dice, aunque no está demostrado, que en su infancia sufrió abusos sexuales.Es probable que, para combatir los fuertes dolores de cabeza que sufría Carroll, tomase láudano, un medicamento común de la época compuesto por vino blanco, opio y azafrán. Si se ingería en grandes dosis, producía efectos psicotrópicos. Por las referencias que aparecen en la obra sobre posibles sustancias psicodélicas, se cree que Carroll escribió «Alicia» bajo este brebaje. Y que con su obra intentó describir, a través de sus personajes, los efectos de las drogas alucinógenas. Desde el primer capítulo se contemplan cambios y transformaciones en el tamaño de Alicia, bien por ingerir dulces, bebidas, o por un trozo de seta que le hace crecer unas cuantas pulgadas. «Un lado te hará crecer y otro menguar», le dijo la oruga a Alicia. Es decir, que el sombrerete le haría aumentar y el talo disminuir. Estas propiedades se describen en ciertos hongos que al comerlos ocasionan alucinaciones relacionadas con el tamaño y las distancias. Por ejemplo con la Amanita Muscaria que produce macropsia o micropsia, un trastorno neurológico, también llamado síndrome de Alicia en el país de las maravillas, que altera la visión de las proporciones de las cosas. Esta enfermedad está relacionada con la migraña pero también con las drogas psicoactivas como el LSD o los hongos. La Oruga, tumbada en una seta, fuma de su misteriosa narguille (pipa oriental), bosteza, habla a Alicia con voz lánguida y soñolienta. Este insecto puede representar al fumador de opio, ya que, en la época de la sociedad victoriana inglesa, esta sustancia era legal. Uno de los efectos visuales más sorprendentes que la película de Disney ilustró fueron los anillos multicolores que exhalaba la oruga en forma de letras y objetos. A Carroll le encantaban las niñas, tenía muchas amigas. Se aficionó a conocerlas en los vagones de ferrocarril y en las playas públicas. Llevaba incluso una provisión de imperdibles para sujetarles las faldas, cuando querían andar con los pies metidos en el agua. Consideraba que el cuerpo de las niñas era lo más bello, por eso, pintaba o fotografiaba a muchas de sus amigas desnudas, con el permiso de la madre. «Si tuviese que dibujar o fotografiar a la niña más preciosa del mundo», escribió, «y notase en ella una pudorosa resistencia a quedarse desnuda, consideraría solemne deber para con Dios renunciar por completo a semejante petición».